Familia Uchiha: "El reencuentro" (Parte 2/Final)
Sasuke observó los retratos que descansaban en una mesa de su casa, casi nada había cambiado, las alfombras elegantes seguían en sus lugares perfectamente limpias, las paredes deslumbraban con su color marrón crema y los muebles estaban perfectamente cuidados, además de la bandera Uchiha en medio de la sala. Sakura había hecho un gran trabajo, ella era una Uchiha completa, una esposa ejemplar y una madre fantástica... ¿Por qué tuvo que dejarla sola?
Dejó la fotografía de Sarada en su lugar y caminó hasta la habitación matrimonial, su esposa descansaba en medio con un trapo húmedo en la frente; su piel continuaba suave y cálida, sus labios rojos y el cabello rosa que tanto le gustaba estaba ahora más largo... seguía tan hermosa como siempre.
- Hmp -Él tomó asiento al lado de la cama y la miró, agarró una de sus pequeñas manos y la acarició junto al anillo de oro. Ella aún lo usaba, ella era fiel a él aunque la haya dejado con una niña recién nacida. Ella siempre lo esperaba y veía por él... ahora era tiempo de que los papeles cambiaran.
- Sarada -Susurró Sakura en sueños, era obvio que le afectaba mucho el estado de su niña, y Sasuke se reprendía también por eso, gracias a él Sarada había crecido con solo uno de sus padres y, él lo sabía, seguramente era objeto de pena y burlas.
- Pero ya estoy aquí -Dijo él- Y ya verá, puedo ser un buen padre.
Al final de esa oración Sakura se removió en la cama, apretó los ojos con fuerza y parpadeó, el dolor llegaba a su cabeza en oleadas, se tocó la cabeza aún con los ojos cerrados.
- Toma -Una voz a su lado la sobresaltó, abrió sus orbes esmeralda rápidamente y se sorprendió al ver a Sasuke a su lado con una pastilla y jugo de naranja- Te hará pasar el dolor.
Ella no dijo nada y tomó la pastilla y el vaso, en un segundo ya se acababa terminando el jugo.
- Gracias -Dijo dándole el resto a su esposo, ambos quedaron en un incómodo silencio- Siento haberte golpeado -Dijo ella rompiendo el ambiente, Sasuke sonrió de lado.
- Me lo merecía...
- Sí -Ella afirmó asintiendo- Pero estuve mal al no comprender, el consejo fue el que te obligó a ir, tú no nos dejaste porque querías.
- El consejo me dio a elegir -Aclaró Sasuke- Acepté ir porque no creí que hubiese alguien más calificado y también porque quería saber que estaba pasando, Naruto no quería que fuera, pero sabes como soy.
- Increíblemente terco -Ella sonrió- Y amargado.
- Qué graciosa -Sasuke tomó de nuevo su mano, ella sintió exactamente la misma corriente eléctrica de antes, el sentimiento hacia él no había cambiado ni un poco- Las extrañe.
Sakura cerró los ojos como si esas simples palabras fueran una anestesia que calmaba el dolor acumulado en su pecho.
- Nosotras a ti -Suspiró, abrió los ojos y tocó el rostro de Sasuke, ahora él cerró sus ojos, extrañaba tanto ese suave tacto- Pero debes saber que Sarada no va a perdonarte fácilmente, ella es igual a ti.
- Hmp, me lo esperaba -Sonrió de medio lado y Sakura lanzó una risita- ¿Está en una misión, no?
- Así es -Ella asintió- Pero no te preocupes, mañana por la noche estarán aquí, a penas son gennin.
Sasuke suspiró.
- Estoy nervioso.
Ella sonrió, como lo había extrañado, y sí, tal vez pareciera una tonta por haberlo perdonado tan fácil, pero también entendía su situación y la de la aldea, además, Sarada se encargaría de darle una lección a su papá.