Capitulo 27 (Una cita)

219 21 1
                                    

Después de la reunión con los Velarde llegue a casa y no había persona que me sacara de mi habitación, estaba recostada en la cama mientras sentía el dolor más intenso, aunque parezca ilógico no lo era, toda mi vida supe que fui adoptada, toda mi vida pensé que a mis padres no les importe, pero una pequeña parte de mí siempre pensó que por lo menos me dejaron en un centro de adopciones, pensando en mi seguridad y asegurándose que tendría un lugar en donde dormir

Pero la realidad era otra, mis padres biológicos ni siquiera tuvieron el cariño para dejarme en un centro de adopciones o casa hogar, me dejaron a un extremo de la autopista sin importarle si sobrevivía, lo cual era muy poco probable, tenía 3 días de nacida ¿Qué niña sobrevive a ese clima?, nací en diciembre por lo que en esas fechas es bastante frio y eso lo sé por qué eh viajado muchas veces aquí en esas fechas

Ni siquiera tuvieron un poco de cariño en mí, que no les importo mi futuro, pero si tuvieron el cariño para criar a Xavier, eso era injusto, era una niña, que no tuvo la culpa de absolutamente nada de lo que paso, pero que tuvo que pagar las consecuencias de unos padres cobardes e irresponsables, no se que hubiera sido de mi si mis padres no me hubieron adoptado y me daban todo ese amor que tanto me negaron ellos

Las horas pasaban, y con ellas mi apetito, no tenía ganas de comer, aunque mamá insistía que tenía que tener algo en el estómago, algo que me encantaba de mis padres es que me daban mi espacio, no dejaban de repetirme que si quería hablar ahí estaban para mí, y que entendían que en ese momento solo quería estar sola, sabía que contaba con ellos, pero necesitaba superar esto sola, era mi lucha o por lo menos no agobiarlos por un momento, eran tantos problemas que ellos no pidieron

De pronto la puerta sonó llamando mi atención, seguro seria mamá nuevamente queriendo que coma algo, esta vez le haría caso, no quería que siguiera preocupándose, pero en su lugar apareció Kai logrando que me sentara en la cama de la impresión

— No sé tú, pero a mí no me gusta que me dejan plantado – dijo en un tono tranquilo y un tanto gracioso

— Lo siento, no fue un día fácil – me escuse

— En tu vida ultimadamente nunca es un día fácil

En eso tenía razón, ultimadamente mi vida era un caos total, no era para nada sencilla, nada comparada con mi antigua vida, cuando no me preocupaba de nada mas que de llevar mi vida perfecta, en España todo era perfecto, era asombroso, pero aquí todo parece desmoronarse día a día

— Es un poco caótico todo ahora, sálvate ahora que puedes – pensé que se iría, era mucho drama para una persona que no tenía que vivirlo

En lugar de irse se sentó en un extremo de la cama, pues digamos que yo ocupaba gran parte de ella, me miro con esos hermosos ojos azules que tenía, su mirada me daba paz era como si por un momento me olvidara de todo mi caos y todo se resumiera en nosotros absortos en nuestras miradas, en nuestro contacto visual era como si ninguno de nosotros quisiera romper el contacto por el miedo de que el momento termine

— Bueno vámonos – Ok, ya sabemos quien no pudo mantenerme la mirada

— Perdiste – le dije orgullosa

— Joder Ainara tienes unos ojos hermosos, por supuesto que no puedo mantenerte mucho la mirada, tus ojos son preciosos, pero intimidas un montón

— Lo sé – dije mientras miraba para todos lados presumiendo mis ojos azules

— ¿Nos vamos? – pregunto nuevamente

— ¿A dónde? No tengo ganas de salir

— No aceptare un no por respuesta, tus padres me dejaron entrar con la posibilidad de que te saque de tu habitación y no quiero perder nuevamente

¿Me Dejas Cuidarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora