La sentencia

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Después de recuperar el sueño perdido, Anna fue a jugar como de costumbre con Jack y su hermana, sin embargo, esta no parecía igual de feliz que otras veces y usaba unos raros guantes blancos. Dicha seriedad solo fue al principio, ya que conforme pasó el tiempo todo volvía a ser como de costumbre. Hasta que fueron interrumpidos por su padre.

Llegó, y después de escuchar de que trataba el juego que habían organizado, dijo

- Pueden, continuar jugando después, Elsa tiene tarea que hacer - después le habló directamente a Elsa - Vamos cariño- luego ambos salieron de su habitación.

Jack continuó jugando con Anna por un rato más, hasta que la reina la llamó para que comiera algo, después de eso él fue a ver que era la tarea que realizaba Elsa.

Ella estaba dentro del mismo comedor de anoche, estaba con el rey y otros hombres realizando algunas pruebas con sus poderes, al parecer estaba tomando lecciones de cómo usarlos.


Al final del día, Elsa regresó exhausta a su habitación, pero aun así le contó todo a Jack... la verdad ella prefería retomar sus lecciones con él, sin embargo, no podía contarles de ellas a sus padres, debido a que cuando recién se conocían, Jack le dijo que ellos no podían verlo, solo ella y su hermana, nunca había logrado entender por qué, pero las veces en las que quiso más explicaciones, él le había dicho que él tampoco lo entendía.


Al siguiente día fue igual, sin embargo, después de que Elsa se quedara dormida Jack salió por la ventana hacia la guarida de Norte, esa noche era la reunión con los guardianes.

Nunca antes se había sentido nervioso ante alguna de las reuniones, pero no sabía que alcance habían tenido los últimos acontecimientos de Elsa.

En cuanto llegó supo que todos ya estaban al tanto.

- Bueno, ¿por qué no nos ahorramos los anuncios y vamos directo a los hechos? - Comenzó Conejo.

- Conejo, aún no conocemos la versión de Jack - Lo interrumpió Norte.

Jack intentó que el relato no sonara tan alarmante o por lo menos, que se no delataran sus propias emociones, ya que los últimos 2 días se había sentido en parte culpable, él era su guardián... y no las había protegido. Al terminar de contar todo lo ocurrido en el incidente, todos estaban pensativos.

- Creo que aún debe ser Jack, quien se encargue de ellas-  dijo Hada - Las cuidó bastante bien durante años- agregó.

- Hasta ahora - Recalcó Conejo - Y cada vez, va a ser más difícil, Elsa es cada vez más poderosa.

- Entonces... ¿Qué propones?, ¿Quieres hacerlo tú? - Lo retó Jack.

- No me refiero a eso, me refiero que sí debe haber un cambio,  uno acorde a la situación, no puedes continuar cuidándola igual que a los 5 años-.

- Concuerdo con Hada, pero definitivamente Conejo tiene razón... debe existir un cambio... Creo que es momento que ya no  interactúes con ella- dijo reflexivo Norte .

- ¿A qué te refieres?,¿cómo se supone que la proteja sin interactuar con ella? - cuestionaba Jack, - ¿Solo la veo de lejos y sin parpadear?- añadió burlonamente.

- Como lo hace un guardián, sin interactuar - decretó Norte.

Jack volteó a ver a cada uno de los otros guardianes, buscando apoyo, pero todos estaban de acuerdo con Norte... menos él.

- Pero... que le diré, ella me vería.. sería demasiado raro- empezó a decir.

- Tendríamos que borrarte de su mente, Sand man puede hacerlo - propuso Norte.

Jack buscaba algo con que argumentar, pero un nudo en la garganta junto con otras emociones que se acumulaban en el pecho, no le permitieron hablar. Sin poder soportarlo más salió de ahí y se ocultó en una de las oficinas de trabajo de Norte.


Las palabras "borrarte de su mente" resonaban dentro de su cabeza, estaba muy molesto, no era solo una mente, era la mente de Elsa y era de él de quien se trataba, no solo de un mal sueño.


Después de un rato Norte entró en la oficina y ambos se sentaron cerca de la ventana .

- Escucha Jack, sé que quizás te tomó por sorpresa mi propuesta- Le dijo Norte, Jack solo se colocó el gorro de su sudadera y miró hacia fuera de la ventana, no quería escuchar más.

- Créeme te entiendo- intento de nuevo Norte - Es prácticamente imposible no encariñarse de ellos, pero es nuestro deber como guardianes, estar para ellos cuando nos necesiten... pero también dejarlos ir cuando ya no sea así y sobre todo que no sufran al final de todo-.

-¿A qué te refieres con final de todo?- preguntó Jack aún sin verlo.

- A que eventualmente te olvidará-Aclaró Norte y con esto Jack si lo miró.


- Cuando crecen dejan de creer o no sé , pero simplemente te olvidan... supongo que es por que ya tienen su propio carácter y ya no necesitan de nuestros centros, lo que esta muy bien, por lo que así podemos enfocarnos en los niños nuevos que si nos necesitan, continuando con el ciclo-.

 Después de unos segundos añadió...

- No tienes que preocuparte por ella, de esta manera no tendrás que inventarle nada, ni mentirle, y lo más importante, ella no sufrirá buscándote o peor... creyendo que la abandonaste-.

Al escuchar esto último, al enojo dentro del pecho de Jack lo sustituyó una enorme tristeza, conteniendo las lágrimas, colocó un dedo en el cristal de la ventana y de ahí brotó una figura de escarcha con la forma de Elsa, lo último que él quería es hacerle daño.

El origen de la guardiana (Jackelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora