Barça Kids: Las aventuras de la Masía.

04: Amistoso.

Dado el partidazo que se mandó Marc Guiu nuevamente, este pequeño one-shot post partido.

Recordemos que en este ficsito los jugadores del primer equipo tienen una edad diferente, edad de padres de adolescentes:)

🌻💛

—¿Estás bien, pequeño? —Marcos se acercó a su hijo que estaba acostado sobre su cama en silencio. Sin mirar su teléfono o buscando acurrucarse con él. 

—Papi... ¿Jugamos bien? Lo digo, es que pude más... sabes, meter un gol más... —murmuró, se incorporó sobre la cama poniéndose a la altura de su padre omega. 

—Lo hiciste genial, mi amor. Como en cada partido que juegas. Y no es culpa tuya que se haya perdido, además, es solo un amistoso. —Marcos lo atrajo en sus brazos, liberando su aroma para que su pequeña estrellita deje de sentirse mal. Ya ha hablado con Andreas, por lo cual sabe que él está con su otro hijo. 

Aunque el resultado no fue favorable, la razón de haber perdido no fue por culpa de los chicos, de hecho ellos hicieron un gran partido. Pero eran cosas que pasaban, por lo que no le preocupaba el resultado, solo el estado de ánimo de su cachorro a quienes vinieron a apoyar. 

—¿Puedo acurrucarme contigo? —preguntó Marc. 
El omega mayor asintió, rápidamente su cachorro –una cabeza más alta que él– le dejó un espacio en su cama. 
Marcos se acomodó en una posición que les sería cómoda para ambos. De inmediato, Marc se acurruco en sus brazos. Suspirando más calmado. 
Y el mayor estaba feliz con eso, después de todo Marc siempre estaba predispuesto a conversar sobre cómo se sentía después de un partido o simplemente eso. Acurrucarse en sus brazos hasta dormir rodeado de su aroma, sus niños tenían esa costumbre. Y él les complacía. 

××××××× 

—¡Pá! ¡papi! ¡papá! —el enérgico niño saltaba en la cama buscando llamar la atención de su padre que venía entrando a su habitación, si bien han hablado antes, durante y después del partido. De igual manera sentía la misma euforia que estando en la cancha. 

—Amor... te puedes caer. —Frenkie habló con cariño, Pau de inmediato dejó de saltar en la cama para quedarse sentado en esta. Apenas y su papá omega llegó a una distancia corta de él lo tumbó de un abrazo. 
El aroma a lavanda del más joven inundaba la habitación. —Me parece que estás muy feliz. —Frenkie murmuró acariciando la cabellera dorada de su hijo. 

—Lo estoy, pero no del todo. Pero sabes que cuando juego siempre trato de rescatar lo positivo sin importar el resultado. —dijo, Pau miraba con una sonrisa a su papá. 

—Estoy muy orgulloso de ti... más bien estamos. Tú papá habló conmigo y también te manda sus felicitaciones. —Frenkie beso la frente de su hijo. 

—Ya hablé con papá, con Aron, Ben y también con los lunnis. —respondió, Frenkie sonrió ante la gran cantidad de energía que tenía aún. 

—Ahora vamos a dormir, mañana volvemos a Barcelona. —Pau asintió y esperó a que su papá omega le diera su beso de buenas noches para posteriormente dormir. 

××××× 

—Estoy cansado jefe... 

—¿Qué dijiste? —Robert preguntó entre risas. Claro que se notaba en Héctor su cansancio, y es que su hijo había hecho un excelente partido. 

—Papá... ¿no te molesta que hayamos perdido? —Héctor levantó su cabeza de la almohada para observar a Lewandowski. 

—Perder no es el resultado esperado nunca, pero solo fue un Amistoso. —Robert ponía su total atención en su hijo, deliberadamente no quería que se sintiera mal de alguna forma. Su alfa no quería permitir que alguno de sus cachorros se sintiera mal. 

—¿Creés que fue nuestra culpa? 

—De ninguna manera, Héctor. —respondió la inquietud de inmediato. —No podría ser culpa de nadie, jugaron de manera excelente, lo dieron todo. —al menor aquellas palabras parecieron serle suficiente para calmar su estado preocupado. 

—Gracias, papá... — murmuró, se dio la vuelta en la cama. Se tapó hasta el cuello, dispuesto a dormir. —Buenas noches, papá. —terminó. 

Robert se rió por lo bajo, después le enviaría un mensaje a su omega de que su cachorro vibron estaba bien. Para no preocuparse. 

×××××× 

Ferran agradece que las paredes del hotel están insonorizadas o de otro modo los sacarían del lugar. 

—¡Los alfas ya no lloran! ¡los alfas facturan! 

Se dio un palmazo en la cara al ver como los tres chicos bailaban y cantaban al ritmo de Shakira. Y lo peor, solo uno de ellos era alfa. Pero ahí estaban quitando el mal sabor de la derrota haciendo karaoke en la habitación de Ángel y suyo, les había dicho a Félix y Cancelo que cuidaría a sus dos niños. 
Pero a este punto ya quería dormir y ellos nada de perder toda la energía. 

—Iba a ser mejor idea hacerlos trotar. —murmuró para sí mismo, si Pedri se entera de esto le saca la cabeza. 
No pasó bastante tiempo desde su queja para que los dos menores se sintieran exhaustos después de cantar. 
Diego y Pau se retiraron y se quedaron ellos dos. 

—A mimir. —dijo Ángel tirándose en la cama. Ferran negó, algún día lo matarían. 

<3

Pato🌻