Vegetta recién despertaba removiendose en su camilla intentando acomodarse, pero el sonido de las olas chocar contra la quilla no lo dejaba volver a dormirse
Un dócil toque en su hombro lo sacudió intentando despertarlo aunque ahora Vegetta no quería despegarse de su manta con la que se acurrucó envolviendose en ella
W: Vas a descansar más? — preguntó ladeando la cabeza para ver el rostro del elfo
V: Cinco minutos más.. — murmuró escondiendo parte de su rostro en la manta
W: Me parece bien, tomate el tiempo que necesites
Willy alejó su mano volviendo a apoyar su espalda en el respaldar de la silla que trajo de fuera viendo el mar y la isla tan clara y común que seguía sin entender su importancia o el por qué su gran amigo y amor pasado se descuidaba por llegar o verlo aparecer en el horizonte
La isla se había mostrado dos horas antes pero no le dio el aviso a Vegetta al verlo tan tranquilo descansando, retomando las energías que había perdido durante su tiempo despierto, tan enredado en la manta que tuvo que poner otra encima por lo descubierto que estaba
Pensó en dejarle descansar más tiempo, pero fuera del toldo se empezaron a escuchar gritos de alegría de una voz desconocida y otra que creía reconocer
El ojiverde se asomó ligeramente viendo de donde venía ese bullicio dándose con la sorpresa de ver otro barco casi al lado del suyo viendo a un joven de cabello oscuro y máscara calaverica saludar hacia su barco, junto a él un hombre de mayor edad con una barba bien cuidada y una apariencia amigable como el de un peluche
Pensó en salir a preguntar por su destino, mas su compañero empezó a removerse y quejarse del ruido despertándose casi por completo, eso fastidió mucho al rubio platinado quien no hizo más que jadear medio ronco en modo de reproche
V: Dile a Missa que baje la voz.. — se restregaba los ojos mientras se sentaba en la camilla
W: Quién es Missa? — preguntó con voz baja pues sabía que a su amigo no le gustaban los ruidos fuertes
V: Es el- — dejó de hablar realizando lo que había dicho abriendo sus ojos de golpe viendo a su amigo con sorpresa — Dije Missa?
W — vio el brillo característico en los ojos amatistas teniendo que asentir para no preocuparlo de estar alucinando — Si, y hay un barco aquí al lado con un chico con máscara de calavera saludando junto a Pol
Como si hubiera dormido un milenio, las energías de Vegetta fueron renovadas y se levantó de la cama de forma abrupta con una sonrisa en la cara viendo hacia el toldo que daba al mar viendo la isla tan cerca que casi podía jurar tocarla
V: No me despertaste! Mentiroso! — rechistó entre risas por la emoción poniéndose las botas para salir
W: Te avisé, pero te volviste a dormir — estaba mintiendo, pero no iba a decirle que quería que descansara más
De un solo salto Vegetta salió corriendo del toldo encontrándose a Missa saludando desde otro barco. Después de llegar a las tierras de Karmaland ambos habían tomado distintos caminos siendo que Missa iba a ir con Spreen, pero al estar el barco lleno tuvo que viajar con alguien que estaba cerca de su parada final
Ambos chicos de ojos morados de distintas tonalidades se saludaron desde el borde de sus respectivas embarcaciones, con ánimos llegando a ver más barcos alrededor con aquellos a los que esperaban ver de regreso a la Isla
El ánimo de Vegetta había cambiado, tenía las mejillas rosas y una sonrisa de esquina a esquina mostrando sin recelo sus dientes blancos y desiguales, aunque no fuera tan notable. Se movía de un lado al otro saludando a los otros barcos terminando en la proa del barco, bajo su pequeña carpa, visualizando la playa del norte de la isla y a un lado su anhelado santuario
ESTÁS LEYENDO
Mi Hogar Entre Tus Brazos
FanfictionEn un mundo de caos y escándalo, existen dioses que los rigen, entre estos también hay semidioses quienes son mandados por los supremos a supervisar la estadía de los humanos. Uno de estos semidioses fue enviado a cuidar de una isla, la cual reboza...