Ep 8 👥

289 41 0
                                    

Su cuerpo se sentía pesado y adolorido, la sangre de su hombros brotaba despacio con casa pedalear o movimiento brusco de las ruedas al saltar los baches, no era tanta la distancia a la que se encontraba su casa, pero su vista se empezó a nublar volviéndose peligroso seguir manejando siendo obligado a bajar de la bici y seguir su camino a pie.

Se negaba a recibir ayuda, recordar el rostro asustado de Roier lo hizo repugnarse de si mismo

"Odio esta sensación"

Le enfurecía la idea de ser visto débil o con pena, era muy orgulloso y esto le complicaba algunas actitudes que tenían los demás con él siendo estas sin malas intenciones o suposiciones que creía que tenían

Finalmente llegó a la colina de su casa, subió con calma, o eso esperaba, pero al alzar su mirada notó dos figuras acercándose a él, estaba por abalanzarse sobre los atacantes pero reconoció la voz que lo llamaba

.
Ms: Vegetta!! Santo cielo que te pasó?! Estas sudando y- Tus hombros!! Qué te hiciste- Qué te hicieron?!

.
Missa fue el segundo que intentó servir de apoyo para facilitar el caminar del ojimorado, pero este nuevamente se negó

Por un momento se había olvidado, pero había otra persona ahí. O por supuesto, encontró esos ojos esmeralda que solía ser brillantes, estar bastante opacos mirando con rabia sobre su cabeza

"Por qué me ves así?"

Pensó el peli café apunto de comenzar una pelea

.
V: Hey, chaval — agravó su voz afilando su mirada contra el híbrido

.
Lo llamó con un tono jocoso y algo seco queriendo bajar de su pedestal al chico alto que parecía ganar las miradas del pueblo y esa rabia altanera que desbordaba al mostrar sus dientes. Mas grande fue su sorpresa al ser visto por el menor y sentirse cohibido, aquel rostro amenazante que mostraba, al mirarlo a los ojos fue cambiado por uno intranquilo y dudoso, sus manos queriendo acercarse sin hacerlo o sus pequeños tartamudeos al tratar de hablarle, todo era distinto al posar sus esmeraldas en sus ojos amatista

Algo lo impulsaba a dejarse caer, ser ayudado por primera vez luego de mucho tiempo, no era algo malo después de todo, se sentía cansado, dejó una abertura entre sus labios queriendo decir algo, pero el ligero tacto del viento sobre él lo hizo volver a su realidad cerrando las puertas de aquel pensamiento

.
V: Déjenme solo — apartó a los dos jóvenes delante de él y siguió su camino hasta su casa dejando la bici atrás

F: Vegitta please..

Ms: Let him [Déjalo] — tomó del brazo al híbrido — He's in a bad mood [Está de mal humor]

.
Ya había escuchado eso, y lo entendía, pero era incapaz de quedarse de brazos cruzados

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Cuando esperaba la llegada de Vegetta junto a Missa, no le fue necesario verlo para saber que se encontraba cerca, un aura espesa se acercaba al hogar. Le era fácil de reconocer pues era lo que más mala vibra daba en su corto tiempo en el lugar y esta misma aura siempre se posaba en la misma persona, aunque esta vez fue peor pues ahora volvió herido, significando que no era un espíritu, sino un monstruo o ser físicamente estable que lo maldijo, ahora quedaba la pregunta

"Who did this to you?"

Viéndolo subir la colina con lentitud le provocó malestar, estar tan cerca y no haber podido hacer nada para evitar el daño lo volvía inútil en su función como semidiós. No importó cuanto lo purificara, había sido envuelto en lo mismo, y está vez la espesa vibra parecía formar una figura que apoyaba sus manos sobre los hombros caídos y sangrientos del ojimorado mostrando una sonrisa macabra incrustando su audaz mirada en el semidiós de forma burlesca

Mi Hogar Entre Tus BrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora