Capítulo 46

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POV.ANASTASIA

Me encontré despertando en un lugar desconocido, y el aire que llenó mis pulmones era frío y espeso. Abrí los ojos lentamente, y al principio, solo pude ver sombras danzando a mi alrededor. Estaba confundida y desorientada, como si mis pensamientos se estuvieran acomodando lentamente en mi cabeza. No sé ¿Cuántos días llevo aquí? pero es la primera vez que puedo despertarme más orientada que otras veces.

Lo primero que noté fue el suelo de concreto, frío y duro bajo mi cuerpo. Murmullos poco entendibles se filtraban desde la penumbra, y no podía entender lo que decían. Mi mirada se posó en unas cadenas oxidadas que sujetaban mis tobillos, manteniéndome inmovilizada en el suelo. Un escalofrío de miedo y desesperación recorrió mi espina dorsal, y las lágrimas amenazaron con brotar. Lo primero que se me vino a la mente fue mi hija Phoebe, ella seguramente debe de estar preguntando por mí. ¡Cariño!

Luego recordé que para tenerme aquí estallaron parte del hipódromo, Dios que estén bien el príncipe Evans, Charlie y el secretario Cha a ellos los tengo en mente porque fue a quien vi de último. Solo espero que no les hayan hecho nada.

Traté de entender dónde estaba. Miré hacia una tenue luz que se filtraba desde una ventana con rejas, proyectando sombras en las paredes húmedas y descascaradas. El lugar olía a humedad y abandono. En un rincón, descubrí una pequeña puerta de hierro que parecía ser mi única salida.

¡Maldición!

Llevé mis manos temblorosas a mi rostro y cabello en busca de heridas, pero no encontré ninguna. No tenía idea de por qué me habían secuestrado ni quiénes eran mis captores. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de mí.

Cada uno de mis suspiros y latidos de corazón resonaban en el sótano, como si el lugar mismo me estuviera observando. En medio de ese oscuro y aterrador escenario, nació en mí la determinación. Sabía que tenía que encontrar respuestas y escapar de ese sótano inhóspito antes de que fuera demasiado tarde.

No sé porque nadie viene ¿qué quieren de mí? me detuve en mis pensamientos entendiendo quien era la persona detrás de todo esto. Si no estoy equivocada posiblemente fue la duquesa la que tiene que ver con todo, pero ¿Por qué no ha venido? Posiblemente es porque no quiere que desconfíen de ella. Una vez le pregunte a mi abuela que podía suceder si la duquesa llegaba a estar involucrada en mi secuestro siendo el caso de que se dé, aunque al final supongo que así fue.

Lo que recuerdo que me dijo fue.

—Si la Duquesa secuestra a la Princesa de Reino Unido, el caos y la preocupación se apoderarían de nuestra nación mi querida Anastasia. La seguridad de nuestra familia real es una prioridad y un símbolo de estabilidad en el Reino Unido, por lo que un secuestro de la Princesa sería un acto de grave irresponsabilidad y una amenaza para la paz de nuestro país. Las autoridades se movilizarían de inmediato para resolver la situación y llevar a la Princesa de regreso a salvo. Mientras tanto, el pueblo británico se uniría en apoyo a la familia real en este momento de crisis. La duquesa enfrentaría consecuencias legales severas por su acción, y este evento serviría como recordatorio de la importancia de la seguridad y la estabilidad en nuestra monarquía y en el país en su conjunto. — Fue lo que dijo al final.

Suspiré.

Me recosté en el suelo y abracé mi cuerpo mientras la inquietud me embargaba constantemente. Mis pensamientos se centraban en mi familia, en particular en Phoebe y Christian, y la ansiedad me oprimía el pecho. Mis lágrimas fluyeron en silencio mientras me enfrentaba a un futuro incierto, temiendo no volver a ver a mis seres queridos.

Cada minuto sin noticias agudizaba mis preocupaciones, preguntándome cuál sería la reacción de Christian, sabiendo ya que su temperamento no era del todo bueno, más aún cuando ya hemos pasado por algo similar. Mis pensamientos estaban llenos de esperanzas y plegarias, pidiendo fervientemente que no tomará decisiones impulsivas y que considerara la situación de Phoebe, ella es una niña pequeña y vulnerable que no merece quedarse sola en medio de esta incertidumbre.

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