¡ primera parte !

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Doyoung notó algo raro en Taeyong apenas entró a la sala en dónde tendrían su clase de gestión de operaciones hoy. El mayor entró pareciendo un perrito asustado, sus ojos buscaban a todos lados mientras se encaminaba a su típico puesto de siempre en primera fila a un lado de Doyoung, mientras sus manos permanecían en los bolsillos de esa sudadera terriblemente grande para su tamaño con tal de parecer normal.

Idiota pensó Doyoung, era evidente que algo andaba raro con él.

Apenas se sentó al lado suyo, Doyoung lo miró y se cruzó de brazos.

―  ¿Qué pasó en el gimnasio que estás así de raro? No eres bueno ocultando cosas, Taeyong.

Taeyong quería maldecir por lo bien que Doyoung lo conocía, mierda.

― Es que no me lo vas a creer, Doyoung.

Tampoco es que Taeyong tuviera la confianza de soltar esa bomba ahí, literalmente en cualquier momento entraría por el umbral de esa puerta el estimado chico alto de cabello azabache que le tenía los nervios de punta desde que fue ayer en el gimnasio y se percató de su presencia. Bueno, no había apice de que llegara así que Taeyong sería rápido porque la mirada de inquisitiva que le dio Doyoung con su ceja levantada solo le generó un poco de miedo.

―  Do, ¿Alguna vez has pensado que Jung Jaehyun es sexy? Ya sabes, Jung Nerd Jaehyun. ― Taeyong tocó terreno de a poco con un ligero desinterés fingido, Doyoung le miró extrañado.

― No, es un bicho raro y más bien me da miedo, ¿Eso qué tiene que ver con el gimnasio? ― Doyoung le cuestionó, con esa ceja levantada, casi demandante.

― Bueno, lo que tiene que ver, es que lo ví en el gimnasio ayer... Y no me lo vas a creer. ― Doyoung al fin tuvo una idea de lo que pudo haber pasado, al fin un foco se prendió en su mente y se aguantó esa carcajada que quería escapar de su garganta. ― Es un maldito musculito andante, estaba usando una polera de comprensión y estaba asquerosamente musculoso y bien formado. 

Taeyong suspiró fuerte cuando soltó la bomba y sucesivamente dejó caer su cabeza en el pupitre con una evidente frustración. Y vamos, Doyoung no es tonto, él sabe que Jaehyun era algo así como el archienemigo académico (denominado así solo por Taeyong y su mente competitiva) y seguramente algo le causaba a Taeyong y por eso estaba en tal nivel de crisis.

― Y te puso caliente, ¿Verdad? Miraa, así que a Taeyong le gusta ahora su archienemigo, esto es como un enemies to lovers, que lindo. ― Doyoung se puso a reír escandalosamente mientras Taeyong le dedicaba una mirada fulminante desde su lugar.

― No es cierto, solo me sorprendió y eso es todo.

― ¿Entonces por qué te ves frustrado? Tonto.

Taeyong quería golpear su maldita cabeza contra el pupitre porque quizás sí tenía razón. Simplemente luego de ese suceso no pudo dejar de pensar en Jaehyun y sus malditos músculos formados, sus venas sobresalientes con su maldita sonrisa ladina, incluso podría comentar que por la noche tuvo que recurrir a métodos un tanto vergonzosos para hacer pasar esos pensamientos de una vez.

― Bueno, quizás, es que también me entederías si lo hubieras visto, estaba asquerosamente sexy, Do. ― y Taeyong no podía evitarlo, esa imagen de las flexiones volvía a aparecer en su mente.

― No lo sé. Pero en fin, no creo que sea un problema como tal, si te das cuenta Jaehyun no es un mal partido del todo, es inteligente, tiene un gran futuro, parece tranquilo y ahora descubriste que tiene un tesorito escondido muy sexy, yo que tú aprovecharía. ― Doyoung se encogió de hombros, pensando que era una oportunidad para Taeyong y su sexualidad últimamente reprimida.

Sexualidad reprimida porque bueno, desde esos cuatro años en la universidad Taeyong no había tenido un novio ni sexo casual, apenas entró dejó todo eso de lado. Doyoung había sido testigo de cómo Taeyong solamente se enfocó en estudiar como un maldito loco. Incluso hubieron ocasiones en las que recordaba haberle dicho a Taeyong que dejara de estresarse tanto, que tal vez debería pasar buenos ratos, buscar algo rápido. Pero para Taeyong eran palabras que entraban por un oído y salían por el otro, esto porque simplemente no podía dejar de lado su orgullo, Taeyong no podía no ser el primero o el más destacado en todos los cursos que había dado, era competitivo y obstinado para el gusto de Doyoung.

¿Competitividad obsesiva quizás? Doyoung no tenía idea pero creía que ya había que dejar eso de lado un poco, básicamente solo les quedaba un año más en la universidad, Taeyong no vivió nada de ese trayecto como un joven normal, ni lo disfrutó.

― Estás sexualmente reprimido Taeyong, deberías dejar de pensar con ese orgullo tuyo y pasarla bien. Repito. ― Doyoung dijo eso último y enfatizó el "Repito".

Había quedado el tema cerrado luego de ello porque de repente empezaron a llegar los demás compañeros del curso a la sala y entre todos esos llegó el estimado innombrable. Jung Jaehyun.

Entró apacible, con una sudadera extremadamente grande de color negra, un buzo gris muy ancho y zapatillas deportivas, traía esas alditas gafas deslizándose por el puente de su nariz y la mochila colgando de su hombro sin mucho cuidado. A simple vista parece normal. Taeyong no pudo evitarlo, su mirada se quedó petrificada viendo a Jaehyun entrar a la sala y sentándose en la primera fila justo en uno de los pupitres al lado suyo. 

Y Taeyong por primera vez en su vida, consideró que esa clase fue jodidamente tortuosa para él, porque Jaehyun estaba ahí. Y vamos, Taeyong no había pensado eso antes, previamente solo se concentraba y anotaba todo con suma preocupación, pero ahora apenas pudo comprender al maestro, su mente estaba en otro lado.

En un determinado momento de la clase, justo cuando estaba cerca de finalizar y todos ya se preparaban para largarse, guardando sus cosas silenciosamente. Jaehyun se levantó del pupitre y se acercó al maestro en su escritorio para preguntarle al parecer alguna duda que le atormentó durante la clase. 

Taeyong realmente no pudo hacer nada, su mirada solo se quedó ahí viendo a Jaehyun con el profesor a lo lejos, mostrando lo que había en su tableta y expresándose concentrado. Ahí fue que recién verificó algo que nunca antes había notado: Jaehyun tenía agradables facciones.

Su mandíbula estaba bien marcada, tenía una nariz muy fina, labios gruesos y de un rosa oscuro, ojos rasgados que lo hacían tener una mirada como entrecerrada pero muy agradable, dos lindos hoyuelos en sus mejillas. Su cabello desordenado sobre la frente se veía suave, y Taeyong aprovechó para mirar un poco más abajo, desde la mandíbula hacia su cuello que estaba bien expuesto. ¿Jaehyun no usaba nada más debajo de las sudaderas? Porque recién notó que esa ropa era tan ancha que se podían ver sus clavículas bien marcadas.

Taeyong se sonrojó en su lugar y sacudió su cabeza de un lado a otro para dejar de pensar en que Jaehyun era extremadamente guapo para ser real. En cambio cogió sus cosas y se largó rápidamente de la sala, Doyoung lo siguió por detrás y le gritó porqué ni siquiera le había esperado, se había ido abruptamente sin explicación.

Jaehyun en cambio, observó cómo el mayor salía de la sala con prisa junto con su otro amigo y sonrió. Vamos, Jaehyun no era tonto, se había percatado de la mirada que el chico le había dado durante la clase, tal parecía que Taeyong ni siquiera se preocupaba de ser más disimulado al respecto porque era demasiado evidente su interés por observarlo.

Bueno, Jaehyun creyó que había tenido un efecto adecuado en el chico de cabello castaño lo de ayer en el gimnasio. Y no se arrepentía porque después de todo llevaba tiempo teniendo un silencioso crush por Taeyong. Al fin había podido captar un poco de su atención.

 Al fin había podido captar un poco de su atención

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