CAPITULO 2

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El cordobés salió del estadio y subió a su auto. Estaba enojado, nunca se sintió tan usado como se siente ahora. Heung-min era el mentiroso más grande que había conocido en su maldita vida.

-¿Por qué mierda...sos así?

Cristian miró el predio por última vez y arrancó el auto. No sabía dónde ir, ya que ni loco volvería donde vive con Son, tampoco con alguno de sus compañeros de equipo, y su antiguo departamento no era una opción, ya que Heung-min sabía dónde quedaba y seguro iría a buscarlo.

-Esto me pasa por idiota.

Los de la selección le dijeron que no era buena idea tener una relación a escondidas, ya que estas nunca duraban ni terminaban bien. Pero él, como un imbécil, decía que ellos eran la excepción, y ahora se sentía patético.

El cordobés suspiró y miró la hora. Iban a ser la 1 pm.

-Solo queda un lugar donde ir.

Decía el cordobés con desagrado, ya que el lugar quedaba a más de 262 km de distancia de Londres. Cristian intentaba despejar su mente y pensar en otra cosa, ya que si seguía enojado, podría llegar a causar un accidente.

♪♪RIINGGG RIINGG♪♪

-MIERDA, lo que me faltaba.

El cordobés le echó un rápido vistazo a su celular, viendo por el buzón de voz que se trataba de nada más ni nada menos que el coreano. Rápidamente le colgó, pero tan rápido como lo hizo, el coreano lo volvió a llamar, y así estuvo hasta que Cristian se hartó y apagó el celular.

[4:57 pm]

-Oye, Julián.

-Mmm, ¿qué pasa, Kevin?

-Parece que te buscan afuera.

Dijo el futbolista belga al omega de ojos oscuros pero brillantes, que mostraban inocencia en ellos.

-Qué raro, Enzo dijo que no podía venir hoy.

El omega ex jugador de River caminaba mientras pensaba quién podía ser, acompañado del alfa belga, ya que no quería dejar solo al omega por si algo llegara a pasarle.

-Cristian?

El omega no podía creer que su compañero de selección estuviera justo frente a sus ojos, ya que según tenía entendido (por su novio) que pronto se enfrentarían el Tottenham contra el Chelsea. Así que no sabía por qué Cristian estaría allí en Manchester y menos tan tarde.

-¿Qué haces en Manchester?

El omega se dirigía al alfa jugador del Tottenham, que tenía la cabeza mirando al piso. Mientras más se acercaba, más podía oler el olor amargo que desprendía Cristian.

-Juli, necesito hablar contigo... a solas.

Añadió el alfa cordobés mientras miraba al alfa belga con una cara seria.

-Eso no se podrá, señor Cristian. No dejaré solo a mi compañero.

Decía el belga con claras intenciones de quedarse, ya que no confiaba en el cordobés y no quería dejar solo a Julián, menos con un alfa enojado.

-Oye, tranquilo Kevin, es mi amigo de  selección. No me hará nada malo.

Julián intentaba que el belga se fuera, ya que el olor a enojo de Cristian iba creciendo y un alfa enojado nunca era buena señal.

-Ok, pero estaré en la puerta por si sucede algo.

-Está bien, gracias Kevin.

El belga asentía mientras se retiraba hasta la entrada del predio.

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