"Tu novia es el equivalente a una contusión cerebral"
"Honestamente, ella va a tomar eso como un cumplido"
En el que las cosas se complican cuando Jessica Stanley reta a Frankie Roman a besar a Emmett Cullen
[pre-twilight - breaking dawn]
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GUARDA LAS BUENAS HISTORIAS PARA SETH — AÚN ESTÁ HACIENDO BERRINCHE POR PERDÉRSELO
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La noche anterior a la batalla había llegado, y Emmett debería haber estado cazando con su familia, pero en lugar de eso, estaba en la casa rodante de Frankie. No pudo evitarlo, necesitaba pasar todo el tiempo que pudiera con su compañera antes de que ambos se jugaran la vida.
Sus cuerpos desnudos estaban entrelazados sobre una manta en el suelo, después de haber aprendido por las malas que la cama de ella no sobreviviría a ellos. Los cálidos pies de Frankie se acurrucaban contra las frías piernas de él mientras dibujaba distraídamente patrones en el costado de ella, con la nariz hundida en su cuello, aspirando su cálido y tentador aroma.
"Por favor, ten cuidado mañana", casi le suplicó con los ojos cerrados.
"Emmett, estaré bien. Me llaman literalmente La Bestia..."
"Pero no eres indestructible", la cortó. "Ninguno de nosotros lo es. Pero te conozco. Vas a centrarte en todos, pero no puedes proteger a nadie si no te proteges a ti misma. Necesito que te cuides ahí fuera si me distraigo".
"Tú eres de los que hablan de cuidarse", dijo ella mientras se giraba en sus brazos, rodeándole el cuello con los suyos, apretando su pecho contra el de él. Ella le miró a los ojos, que estaban virando hacia un color marrón turbio en lugar de su habitual tono dorado. "Deberías haber ido a cazar esta noche".
Emmett sonrió satisfecho y la abrazó con más fuerza, deslizando uno de sus muslos entre las piernas de ella. "¿Te quejas de cómo hemos pasado el tiempo?" le preguntó mientras le besaba a lo largo de la mandíbula.
Soltó una carcajada y negó con la cabeza. "Nunca, Cullen", sonrió. Luego suspiró. "Pero tienes hambre. ¿Y si pierdes el control?"
"Sobreviviré", prometió él, sonando más divertido que otra cosa mientras le besaba el cuello. "Si pude evitar morderte la primera vez que nos besamos en la escuela, podré controlarme cerca del pobre ciervo antes de la batalla".
Bueno, técnicamente fue el control de Jasper lo que le impidió morderla. Pero aun así.
Frankie se apartó un poco, con una mirada curiosa en sus ojos, ya que esto era nuevo para ella. "¿Querías morderme?", preguntó. "Creía que la sangre de lobo era repugnante para los vampiros. Eso, unido al hecho de que tu veneno no nos afecta, es por lo que somos tan superiores".
Él puso los ojos en blanco juguetonamente cuando ella los llamó la superior de las dos especies. "Tú no", dijo Emmett encogiéndose de hombros. "Siempre has olido tan... cálido y atrayente. Y luego recuerdo haber probado tu sangre cuando te cortaste la mano aquel día que Bella vino a casa. No podía creer que no me pusiera frenético, pero estaba... mierda, estaba buena".
Frankie odiaba cómo había despertado su interés, pero había algo tan fascinante en tener lo que más ansiaba y no podía permitirse tener: su sangre. Algo dentro de ella quería que él contara con ella en todos los sentidos, quería que él la deseara en todos los sentidos.
