Aceptar que la vida cambia no es fácil, y más cuando sentías que era perfecta tal y como la conocía, o así la sentía, sentía mi vida perfecta.
Han pasado ya algunas semanas de lo ocurrido y aunque no ha sido fácil, la presencia de Adrián en mi vida hace que sea más fácil, cada vez que termina la jornada, el está esperándome para acompañarme a los entrenos que se hacen después de clases...
- Eso es todo por hoy muchachos
El profesor que dicta matemáticas termino de dar las últimas explicaciones para la tarea que se debe presentar en los próximos días, trato de guardar mis cuadernos lo más rápido posible para poder salir y no darle oportunidad a que me llame la atención. La anterior clase tuve suerte, Salí antes que me detenga.
Trate de hacer lo mismo, pero no Conté con la misma surte, cuando intente salir él estaba interfiriendo la salida.
-Señorita, tengo que hablar con usted.
No tuve más remedio que sentarme y escuchar lo que me tenía que decir
-En las últimas clases he mirado lo distraída que está, y mirando sus calificaciones de las últimas clases, me temo decir...
Sentía como mis pulmones se llenaban de aire, no estaba preparada para oír lo que por días estaba evitando.
- hasta el día de hoy tiene perdida la asignatura, si no se pone al corriente con sus notas no podrá pasar al siguiente semestre.
El profesor continuó hablando sobre la importancia de mis calificaciones y como puede afectar en un futuro, en su cara podía notar un poco de preocupación, solo podía escuchar con atención sus palabras.
- Entrega este proyecto la próxima clase, es un taller de recuperación.
Lo recibí sorprendida, todos sabíamos lo estricto que era.
- Lo espero con puntualidad la próxima clase sobre mi escritorio.
Guardo sus pertenecías y se marchó del salón, quede con los documentos en la mano preguntándome que había pasado.
Recibí una notificación en mi celular que me saco de la impresión del momento.
- ¿Por qué te demoras? Tengo hambre.
Me había olvidado por completo del detalle que Adrián estaba esperando en la salida. Mi madre lo había invitado ala cena que se hacía en mi casa, esta semana llegaban familiares del extranjero, así que decidieron dar una pequeña cena en su honor.
Adrián había pasado tanto tiempo en mi casa, que poco a poco se fue convirtiendo en un integrante más
- ¿Por qué te demoraste tanto?
No estaba segura si contarle sobre la materia que estaba a punto de perder, no faltaba mucho para terminar el ciclo escolar y si quería pasar la tenía que ponerme al corriente y el taller era un buen comienzo
- Tengo que presentar un taller de matemáticas, de lo contrario perderé la asignatura.
- ¿Desde cuándo estás así?
- Después de lo ocurrido.
En el ambiente solo se sentía el incómodo silencio
- ¿Cuándo tienes que entregarlo?
- El próximo martes
- Pero... ¿Cómo? Sí, es en un día.
- Lose...
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te contare todo cuando te vuelva a ver
Ficção AdolescenteEste libro va dirigido aquellas personas que han sentido que un día están en el cielo y al otro en el infierno ¿Qué tal si el infierno fuera un paraíso, y el cielo sea un horror?