Dead Plate - One Shot's - Rody × Vincent

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🎄 Navidad 🎄

Aclaraciones:

-Sucede luego del final "Mesa para uno"
-Vincent no mató a Manon.
-La historia transcurre el 24 de Diciembre.
-No sé como le dirán en su país, pero acá lo llamarán "Papá Noél", porque en Francia le dicen "Père Noël" y esa es su traducción al español.
-Quería subirlo antes o en Navidad pero no lo terminé a tiempo, perdón jeje

Sin nada más que decir disfruten!!

🎄  🎄  🎄

Luego de haber dejado de trabajar en La gueule de Saturne y que Manon le haya contestado en la cabina telefónica, pidiéndole que no la llame ni le insista más, Rody, rechazado y deprimido, buscó un nuevo trabajo. Buscó en muchos lugares cerca de su edificio, pues al tener la mala costumbre de llegar tarde a todos lados y que su único transporte sea su bicicleta, no podía darse el el lujo de buscar empleo demasiado lejos. Finalmente, luego de algunos días de búsqueda y de estar apunto de ser corrido de su departamento, lo aceptaron como cajero en una tienda a unas pocas cuadras de su edificio.

Sorprendentemente, este es el trabajo en el que más tiempo estuvo, tanto, que aún trabaja allí.

—¡Adiós, vuelva pronto! –Saludó desde detrás del mostrador al cliente que abría la puerta, haciendo sonar la pequeña campana que colgaba sobre esta, le devolvió el saludo al pelirrojo y finalmente se fue.

Rody giró a ver el reloj que estaba en la pared justo detrás de él, faltaban solo cinco minutos para que finalice su turno, aunque esto no le emocionaba tanto, pues estaba nevando y su casa era muy fría, además que hace unos pocos días había roto su ventana, por lo que él helado viento que corría por París esa noche se colaría con facilidad en su apartamento. Le corrió un escalofrío por la espalda de tan solo pensar lo mal que dormiría esa noche culpa del frío.

Suspiró cansado, relajó sus hombros y su rostro, pasó sus manos por este por haber recordado una de sus preocupaciónes y apoyó su espalda sobre la pared detrás suyo. Giró su vista hacia la puerta de vidrio que dejaba ver al exterior, pudo apreciar como la nieve había teñido básicamente todo, desde los faroles, hasta las casas y calles, en las cuales se habían congelado algunos charchos de agua, pero el ojiverde no estaba prestando real atención a nada de eso, solamente posó su mirada en algún lugar cómodo y se dejó tragar por sus pensamientos.

Había algo que rondaba su mente con frecuencia los últimos meses y no había podido sacarlo de su cabeza por mas que quisiera, pero no sabía qué era lo que le intrigaba tanto a su mente, al parecer tanto le interesaba que llegó al punto en el que no había un solo día en el cual no se pregunte cómo estará y demás cosas irrelevantes. Y si, ese algo que el pelirrojo no podía sacarse de la cabeza era nada y nada menos que su antiguo jefe, Vincent, aquel hombre alto, de ojos y cabellos azabaches, que tenía un extraño gusto por los limones y una postura perfectamente envidiable la mayor parte del tiempo. No pensaba en él absolutamente todo el tiempo, sino que todos los días, en algún momento, aunque sea fugazmente, se acordaba de él y el bistró. Le frustraba no saber qué era lo que su mente buscaba saber sobre aquel enigmático hombre.

Bajó su mirada hacía sus pies y de sus labios escapó un suspiro frustrado, pues sabía que era poco probable que vuelva a pasar tiempo con Vince, o al menos el suficiente para calmar sus dudas. Capaz se encuentren algún día por la calle o en algún otro lugar, pues no vivían tan lejos y capaz ambos frecuentaban algún mismo lugar sin saberlo, pero si ese era el caso lo más probable es que crucen unas pocas palabras y luego no vuelvan a verse, o al menos no por un buen tiempo.