Otorgar poderes

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Regular- no de manera extrema pero sí con cuidado- la confianza que depositamos hacia otras personas es un paso escencial ,sobre todo si estamos en algún proceso importante en nuestras vidas o somos aspirantes a lograr grandes cosas.

La confianza es un arma y como toda arma tiene el poder de destruir, obviamente en dependencia de a quien se le sea otorgada. No podemos otorgarle el poder de destrucción a nadie excepto a nosotros mismos y muchas veces por cuestión de esa falta de confianza no hace ni falta que nos demos permiso para destruirnos , nosotros mismos en ocasiones nos encargamos de ello. Pero una cosa es que yo por mi incapacidad para ver todo lo que puedo hacer o de lo que soy capaz de hacer o por mi miedo a la insuficiencia respecto a mi participación dentro de la sociedad me sienta incapaz de asumir retos y obtener victorias y otra muy diferente es que venga una persona totalmente ajena a mí a introducir dentro de mi pensamiento la idea de que por x o y motivos no reúno las condiciones o no soy lo suficientemente fuerte o inteligente o soy tan débil que no puedo realizar acciones fuera de las que la vida me depare (y hablo en cuestiones de trabajo, estudio y otras áreas de la vida cotidiana).

Nadie pero absolutamente nadie tiene el poder de decidir por mí, de hablar por mí ,de pensar por mí . ¿En qué momento de mi vida permití que te sientas con el poder de tomar ciertas decisiones sobre o por mí?. Y en esos casos vamos desde la confianza que depositamos en esa persona -persona que consideró que era tan grande la confianza atribuida a ella que sintió que podía de alguna manera influir sobre nuestro pensamiento hasta al punto de poder modificar nuestras acciones- hasta la dependencia y vulnerabilidad emocional.

Las opiniones de terceros y la forma en la que las recepcionamos o les hacemos frente considero que debe ser en forma de aceptación pero sin mostrar apego o dependencia hacia ellas ,es decir : yo , por ejemplo que ahora estoy publicando este libro, son muchas las opiniones que con cada lectura se van generando y de una forma directa o indirecta llegan hacia mí, pero ¿esto define algún cambio en mi forma de escribir o pensar?,pues no , pero ese es mi caso , es la forma en la que lo veo yo porque para eso publico el libro porque a parte de la confianza que tengo en mí, en lo que escribo, en lo que transmito o quiero transmitir, se que va a producir opiniones favorables y otras no tanto y como dije a una persona que me preguntó si creía que este libro pudiese provocar una revolución en la plataforma a partir de lo que yo consideraba que representaba el libro y yo le respondí que si pero dije: - Los autores nunca podemos atribuir cualidades premeditadas a nuestras obras sin antes exponerlas a la crítica del público- y eso es lo que explicaba anteriormente una cosa es que yo esté consciente de que puede que el resultado al publicar el libro no fuese lo que yo espero y otra es que él venga y con ese comentario influya en mi pensamiento, en mi autoestima y mi autoconfianza, y entonces es cuándo comienzo a perder esa seguridad que en un inicio haya querido transmitir a los lectores .




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