Capitulo 4. (El chico de blanco y mi secuestro)...editado...

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Sacudí mi cuerpo bruscamente.

—a-ahhh —.gemi varias veces de dolor

—quedate quieta te estás lastimado—.senti como me hagarro y me dinmoviliso por unos segundos

—¡SUELTANE HIJO DE PUTA! —Grite, y me soltó rápidamente.

De repente el coche se freno bruscamente, y con eso me golpee la cabeza con el asiento de alante.

—llegamos linda.

Se bajó del coche y cerró la puerta, escuché como hablaba con el chofer, luego de eso venía por mi, no sabia que carajos hacer, estaba inmovilizada, débil y era inútil para mi.

Abrió la puerta trasera y paso sus manos por mi cintura para bajarme del coche, a lo cual grite instantáneamente:

—¡NO ME TOQUES!, ¡ALEJATE DE MI!.

Escuche sus risas, su pequeña pero maliciosa risa, acaso¿Se burlaba de mí?, ¿Que pensaba hacer?

Me sacudí bruscamente con intención de alejarme, pero solo logré ir en dirección opuesta dónde se encontraba aquel chico y caí entre sus brazos.

—¿No que no querías? —.se reia sin parar.

Yo me quedé callada y no dije nada¿De que servía gritar? Si lo más probable era que estuviera muy lejos de la ciudad, tal vez estaba, lo mejor era quedarme callada. De repente me estaba quedando sin aire pues tenía un saco en la cabeza y mis manos seguían atadas.

—¿Hey no escuchas? —su voz sonó grave y molesta, me asusté demasiado y me entraron de nuevo los nervios y la falta de aire cada vez más y más.

—¿Por qué no contestas? —me preguntó

Yo solo no quería hablar y mucho menos con él ,que ahora era mi secuestrador.

—¿Sabes que es de mala educación quedarse callada en medio de una conversación? —me quito el saco de mi cabeza rápidamente.

Yo seguía sin responder y solo miraba al suelo, había mucho Cesped y flores, que al detallarlas era artificiales.

—Llegamos —alce la cabeza y quedé impactada, era una casa grande, una muy pero muy grande, pero a simple vista pareció bonita, pero no pude evitar pensar que tipo de cosas tendrá adentro, ¿Un sótano donde mata y destripa a sus víctimas?, ¿Un ártico dónde guarda armas y bombas? ¿O un salón de tortura?.

Subió las escaleras que habían para llegar a la puerta y en el transcurso de cada paso quedaba mi cuerpo se tensaba más y más, el miedo se estaba apoderandome sentó en una banca que había afuera de la casa que por cierto era gigantesca.

Luego de subir todas las escaleras me sentó en un banco que había, y me empezó a desatar, no entendía nada de lo que hacía.

—aqui es donde vivirás a partir de hoy —solto de repente

—¡¿QUÉ?! —grite

Quería que la tierra me tragara, o que me diera un infarto¿Cómo quería que viviera con el? ¿Acaso estaba loco?. Me levanté pero no pude estar de pie y caí al suelo.

—cuidado muñeca—. Se acercó a mi para levantarme.

—no me toques psicópata loco—.le dije molesta y fastidiada

—que tierna te ves enojada —me miraba pícaramente y se reía sin parar.

Me levanto del suelo y me cargo en brazos de nuevo y entramos a la casa, era grande y hermosa, parecía un castillo de un cuento de hadas, estaba todo impecable, las paredes de color blanco, el piso de madera de roble claro al igual que el techo.

¿Soy tú debilidad? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora