●♡●★ Capítulo cuatro ★●♡●

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Zhan estaba acompañado de Li Qing y un joven que a simple vista parecía un estudiante por el uniforme que tenía. Todos miraban expectantes por las visitas que acompañaban al pelinegro pero Madan Wang tomo la palabra antes de que a Yibo se le ocurriera golpear al lindo chico que estaba demasiado cerca de su esposo. 

-Querido estábamos preocupados. No llamaste y nos tenias en una angustia terrible. 

-Señora Wang. Señor Wang. -saludo respetuosamente-. 

-Hijo. Olvida las formalidades. Dime ¿Qué fue lo que decidiste? .-preguntó con impaciencia Madan Wang-. 

-mirando a todos-. Tomaré el tratamiento. 

-Esto es una buena noticia hijo. 

-mirando a Li Qing-. Ella será la encargada de llevar mi caso junto al joven a mi costado. 

-¿Cómo te llamas querido? Veo que eres muy joven por tu rostro. 

-Gracias Madan, pero soy totalmente legal. -sonriendo-.

-¿Cómo te llamas? .-preguntó curiosa Dilmuraba-. 

-Mi nombre es Zhang Yi Xing, pero pueden decirme solamente Lay. 

-¿Cuándo llegaste Li? .-hablo Yunxi desde la puerta-. 

-Hace unos días Luo. 

-¿Conoces al doctor Luo A Qin?

-¿A Qin? Enserio. -penso Yibo con rabia-. Y a mi solo me dice Wang. 

-Si. -sonrió-. Éramos compañeros de universidad.

-¿Entonces Zhan que decidiste? .-interrumpió Ren Mi-. 

-Tomaré el tratamiento. 

-Eso es bueno. -sonrió Darren-. 

-Para eso debo irme a Inglaterra pasado mañana con ellos.

-¡¿Qué?! .-todos gritaron-. 

-No se cuando regrese. Debo ir hacer mis maletas. 

Se levantó y dejó a todos en solencio con el ruido de los grillos que pasaban por la ventana. 

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Quizás la distancia mataba en grandes proporciones a Yibo, pero por ratos se recordaba el motivo por el cual Zhan no estaba a su lado. Trataba de centrarse en su trabajo e hijos pero le era difícil. 

En las noches trataban de comunicarse por video llamadas como lo habían acordado antes de su partida, podría ver que aveces había ciertas actitudes que daban buena señal a su percepción; sin contar que Li Qin lo mantemia informado de sus avances. 

Sin pensarlo un momento decidió divertirse un rato en un bar que no frecuentaba desde hace años, salir con sus amigos era una tentadora opción y ayudaba a distraerlo un poco. El estar pensando en todo momento era agotador.

-Aún sigues aquí.

-Si. Pero ya me iba. 

-¿A dónde vas?

-Iré a un bar. 

-¿Tienes tiempo? 

-Podemos hablar mañana Dilmuraba. 

-Solo será un momento. No demoraré.

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Wang Yibo sabía que la había cagado a lo grande. Era de conocimiento propio que Xiao Zhan estaba aprendiendo a reconocer de apoco sus sentimientos y empezaba a darles nombre. Pero lo primero que se le ocurrió fue hacer lo que había prometido no hacer. 

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