●♡●★ Epílogo ★●♡

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Miraba atentamente la escena que tenía a frente con cariño y felicidad aunque no se le notará mucho en su rostro, ellos sabían que estaba feliz de ver que la relación entre padre e hijo iba mejorando. 

Nadie pensó que su desgracia serviría para unirlos, aunque no fue algo convencional pero se logró el objetivo inicial. Ser una familia completa. 

-Debo irme. Peng Yu me esta esperando en la biblioteca. 

-Con cuidado y no olvides de avisar cuando terminan para mandar al chófer.

-No soy un niño padre.

-Para mi siempre lo seras. 

-Dejalo. El sabe como cuidarse. 

-Hasta él me tiene más confianza que usted Señor Wang. 

-No me digas así que soy tu padre.

-Basta los dos. -tomando el brazo se su ahora esposo-. Ve con tu amigo y no olvides avisar cuando regreses. 

-Ok. Adiós. -sonrió y salió corriendo-. 

-Lo conscientes mucho. 

-Es normal hacer eso algunas veces. No se puede ser tan estricto. -se apoyo en su hombro-. Además es un jovencito que sabe distinguir lo bueno de lo malo. 

-Eso me dolió Zhan Zhan. -beso su cabeza y acaricio su cintura-. 

-Es temprano Señor Wang. Así que no se haga ilusiones. -beso su manzana de adán-. Debes ir a trabajar. 

-Puedo dejar todo en manos de mi padre.

-Tu padre es mayor y debe descansar. 

-Pero.

-Si vas a trabajar y vuelves temprano quizás tengas una sorpresa agradable. -jugaba con su corbata-. 

-¡Zhan! 

Guiñando el ojo, mordiendo el lóbulo de su oreja y dejando un sutil beso en sus labios, caminó  lentamente dejando a su esposo con la imaginación volando a mil. 

Sabía que su lindo y sexy esposo era de armas tomar, pero aún su pobre corazón no podía aceptar del todo la faceta juguetona y dominante que tenía en la relación.

Para todos él era el sucio, promiscuo, pervertido y sádico que lastimaba a su lindo esposo; ya que en nada ayudaba el hecho de que veían al pobre Zhan quejándose por lo feroz que había sido su esposo en la cama. Sin contar que al día siguiente cambiaba peor que bambi. 

-Ya lo sabes Baobei. De ti depende. 

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Cuando llego el día en que debían desconectar a Zhan de las maquinas, nadie imaginó que sucedería lo inimaginable hasta para la misma ciencia. La sorpresa era un poema expresada en los rostros de los médicos y amigos que sabían sobre las pocas posibilidades de poder sobrevivir sin soporte vital.

Pero ahí estaba, contemplando el techo del hospital tranquilamente y mirando con cierto asombro a todos por la aglomeracion que se hizo en su habitación. Tenía algunos recuerdos no claros sobre lo que había pasado, pero debía preguntar para darse una idea de lo que ocurrió exactamente. 

Aunque no hubo necesidad de decir nada, ya que la misma Lusi empezó hablar sin coherencia pero entendió algo de lo que sucedió. Solo se dedico a responder las preguntas de rutina de los médicos y a tolerar los exámenes a los cuales debia someterse. 

-Querido. En unos días te darán de alta y podrás venir con nosotros para que puedas recuperarte mejor.

-¡Nada de eso! Mi hermano se irá con nosotros. 

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