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Pasaron los años y Ryunosuke estaba aprendiendo a tocar el violín por mero recuerdo, al igual que Aiko, ambos practicaban y asistían a conciertos organizados por la Port Mafia. Aiko contaba con 14 años y Ryunosuke con 43, y su relación de padre he hijo era una que nunca se podría ver igualada o superada, era la conexión que todo niño deseaba con su progenitor. Felices.
- Papi, ¿me pasas la pasta? El violín suena desafinado. – Pregunto mientras veía los pequeños pelos en la vara de su violín, se supone que esta bien afinado cuando le pasas el dedo y sale el polvo de la pasta ya seca.
- Préstamelo, yo te lo afino. – Le dijo aquel, que, a pesar de sus años, se seguía viendo extremadamente joven, he incluso le llegaron a preguntar si Aiko era su hermano.
Así eran todos los días.
- ¡Papá apurale que llegaremos tarde a clases! – Así es, tomaban clases de violín los dos juntos, las personas que iban con ellos añoraban que sus familiares fueran así, ya que a veces iban Emmet y su pareja, Kentaro, hijo de Ozaki y Yosano, junto a sus padres, Chuuya Nakahara y Dazai Osamu. - ¡Papá, andalee! – Le gritaba el heterocromático al azabache.
- Ya voy, ya voy, no encontraba la corbata de tu papi - Si, esa era la corbata de la suerte para Akutagawa, pues siempre que la utilizaba se sentía protegido de alguna u otra manera.
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Hasta que un día... Los habían citado a ambos para tocar en un recital conocido por todo Japón, los jueces no eran nadie mas ni nadie menos que Gabriela Mistral, Yasushi Inoue y Helie Lee, los mismos que alguna vez estuvieron presente en la vida de Atsushi Nakajima. Ambos nerviosos, estaba toda la Port Mafia y la ADA presente, ya que todas las parejas ya contaban con hijos... Mori y Fukuzawa estaban con Fumori su hija de 8 años, Tanizaki y Tachihara estaban con Akane, su pequeña de 6 años, estaba la familia completa de los Dazai, estaban Chuuya, Fumiya, Emmet y Lilianett, solo faltaba la familia de Ichiyo y Gin, que por cierto, solo eran ellas y un gato que Gin siempre traía a todos lados.
- Vamos hermanito... Sobrino, ¡el escenario es suyo! ¡Háganlo por Atsu! – Gritaba Gin desde los asientos de la ópera, aquella comenzó a aplaudir y todos en la sala la siguieron, todos sus conocidos dándoles barras... Ellos lo podían hacer.
- ¿Listo mi niño? – Pregunto Akutagawa a su pequeño, el cual se veía extremadamente nervioso.
- Por Papi. – Tomo la mano de su padre y salió al escenario con la frente en alto... Listos para tocar.
En el bello recital, el hermoso y esplendoroso instrumento resonaba por todas partes, estaban tocando Fairytale, los dedos de ambos chicos tocaban con delicadeza aquel falo, de verdad tocaban maravilloso...
- No se imaginan cuanto los amo a ambos... - Murmuro un espíritu, fue escuchado por Aiko y Ryunosuke, pero por nadie más, asique al pensar que era Nakajima dándole ánimos se atrevieron a mas y los nervios se esfumaron. Los dos Akutagawa con una sonrisa sincera en sus rostros, sintiendo la mano de su esposo/padre en su hombro, tocando con ellos en sincronía.
De fin, los jueces decidieron darles por ganador, un 10/10 de puntaje a aquella familia tan entusiasta con los instrumentos... La familia Akutagawa Nakajima ganó, su victoria fue gracias a su arduo esfuerzo y los ánimos de su familia en seguir, "gracias Atsu..." Susurro Gin... Para terminar de pararse y gritar.
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