Me despierto nerviosa, mucho antes de que venga Carmen a levantarme debidamente. Serían las cinco de la mañana, a juzgar por el clima frío y la luz tenue de la madrugada. Mientras me estiro un poco, repaso las preparaciones para hoy: que Barceló siga en su jaula, que mi nuevo uniforme no tenga arrugas y que mi baúl lleve todo lo necesario.
Agarrando mi bata me pongo de pie, disfrutando del silencio amigable que ofrece mi cuarto a estas horas. Me alejo de la gran cama y arrastro mis pies descalzos por la alfombra. Sigo nerviosa, por lo que me acerco a la hermosa lechuza, observándolo descansar. Barceló, junto a su jaula, fueron regalos de mi hermana mayor, Alva. Me da seguridad contemplar a mi acompañante, me recuerda que pronto estaré con ella, compartiendo los mismos pasillos y profesores.
Hogwarts, me han dicho que es un lugar maravilloso, que irradia magia y calidez. Me daría mucho miedo ir a un nuevo colegio si estuviera sola y no conociera a nadie, pero por suerte no es el caso. No solo está mi hermana, si no que también veré a Theo y a Daphne, a quienes siempre extraño inmensamente.
Lo veré a él.
Una sonrisa llega a mis labios, logrando que mi mirada se desvíe a mi pequeña mesa de noche. Allí, sobre la pintoresca madera oscura, yacía una carta ya abierta, de una de mis personas favoritas. Contenta, y sin tener nada que hacer, decido releerla para matar el tiempo.
Querida Aurora,
Ya mañana nos volveremos a ver. Mis padres me dieron la noticia la semana pasada, pero no tuve tiempo para escribirte. Me disculpo por eso. Ya era hora de que te cambiaran de escuela, todos lo esperábamos. Apuesto a que en Suiza el quidditch ni siquiera se considera competitivo.
Al fin podremos volver a pasar el rato como cuando éramos niños. Theo y Daphne te extrañan todos los días, aunque la verdad yo no tanto. Incluso Zabini dice que te extraña, y ni siquiera te conoce. Creo que se llevarían bien.
De todas formas, estoy algo emocionado por la vuelta a clases. Hace tiempo que no muestras tu cara aquí en Londres, y me preocupa. Seguro te has vuelto fea y temes que te juzguemos. Tranquila, si es así, me aseguraré de que nadie se ría en tu cara (seremos más discretos). Espero verte en la estación cuanto antes.
Ya sabes que te quiero,
Draco L. MalfoyP.S. Tienes que probar las ranas de chocolate en el tren. Si me haces acordar, te compraré cuantas desees.
Me rio, a pesar de ser la novena vez que leo la carta. Draco y yo tenemos un lazo muy bonito, la verdad, y así ha sido desde siempre. Cuando nuestros padres nos presentaron en una reunión internacional de ministerios en Europa, simplemente hicimos click. Claro que eso fue hace años, pero el que los Malfoy y los Beaumont sean amigos desde hace generaciones, hizo que nos volviéramos a ver en repetidas ocasiones.
Dejo la carta en su sitio justo antes de escuchar el primer knock en la puerta. Carmen, nuestra elfo doméstica, entra con la campana en mano, sorprendida de encontrarme fuera de la cama.
—Señorita Aurora, es hora de que se empiece a alistar. Le espera un día largo— Bostezo, aun cansada. No debí acostarme tan tarde ayer.
—Sí, Carmen— digo estirándome por última vez —¿podrías encargarte de mi cama? Y del baúl y Barceló, por favor. Parece que me distraje demasiado— Ella asiente, y mueve los dedos manejando las sábanas y tendiendo mi cama rápidamente. Yo podría hacer lo mismo, si tan solo se me permitiera usar mi varita.
—Los señores la esperan abajo en veinte minutos, señorita. Desean tomar desayuno con usted antes de partir. Le piden que se apresure— habiendo dicho eso, se inclina y sale de mi cuarto, con mi baúl y la jaula de Barceló flotando tras ella.
Espero a que cierre la puerta para suspirar. Me vuelvo a tirar en mi cama ya tendida y observo mi uniforme. Este no será un día tranquilo.
AVISO
Este Fanfic comienza en el quinto año de Hogwarts, pero lo del torneo y la muerte de Cedric recién pasará en el octavo año. Hagamos como si la escuela durara 9 años en vez de 7.

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Amor con espinas || d.m.
Fiksi PenggemarAurora Beaumont era conocida por tres rasgos particulares: su exorbitante belleza, su sorprendente habilidad en el quidditch y su fortuna sin igual. Más allá de eso, nadie sabía nada de la joven alumna que pronto habría de asistir a Hogwarts, entran...