𝗦𝗧𝗬𝗟𝗘 ━━ 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗻 𝗳𝗼𝗹𝗲𝘆

━━━━𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄

Cuando Alex y Brianna llegaron, vieron a Clay bajar del auto de Tony. La rubia tragó saliva.

—Si necesitas algo háblame, ¿si?— dijo Alex.

—...Si... gracias, Alex.— agradeció y lo abrazó. El rubio correspondió y luego se separaron.

Standall arrancó y se fue junto a Tony mientras que Clay observa a su hermana. Nota que sus ojos estaban rojos, al principio pensó que se había drogado, pero al ver que hizo un puchero con sus labios a punto de romper en llanto de nuevo se quedó impactado.

—¡Tenías razón sobre Justin!— gritó y lo abrazó. Clay correspondió.— ¡Es un idiota que me lo ocultó todo el tiempo! ¿¡Por qué lo hizo, Clay!? ¡Yo lo amo!

—Lo hizo porque es un completo imbécil.— murmuró.— Ahora iré a matar a Bryce, Brianna. No sé en que momento, o cuando y donde... pero no voy a permitir que esté caminando en la calle como si nada después de hacerte esto.

—¡No, no lo hagas! Todo será peor, Clay... no quiero que te lastime y tampoco quiero salir a hablar de esto... no estoy preparada... Todo es tan... tan abrumador. La persona que más amo en esta vida me mintió... y ese hijo de puta... ¿¡por qué me tocó!? ¿¡por qué, Clay!? ¿¡Qué hice!?— aún seguía llorando como una desquiciada. Estaba completamente rota.

—¡No hiciste nada, Bri! No te culpes de esto, por Dios. Los únicos culpables aquí son Justin y Bryce. Y... mira, entiendo tu postura, sé que es fuerte porque sé lo importante que es Justin para ti, pero algún día debes liberarlo. Si el te amaría, no permitiría lo que ese hijo de puta te hizo.— se separó y le sacó las lágrimas.— Seré comprensivo contigo sobre no estar preparada. Es difícil para ti.

Ella asintió con la cabeza y suspiró.

—¿Él te lo dijo?

—Si... estaba destruido cuando confesó.— respondió.

—...Imbécil.— rodeó los ojos Clay.— Vayamos a dormir, Brianna.

Entraron.

—Entonces... ¿escucharás las cintas?

—...Aún no estoy segura.

Al día siguiente, Clay se levantó temprano y fue a desayunar.

—¿Y tu hermana?— preguntó Leinie.

—...No durmió bien anoche. Pidió que solo por hoy despierte tarde.— respondió.

—Uhm, está bien. Lo aceptaré porque ella nunca fue de meterse en problemas.— dijo Lainie y Clay la fulminó con su mirada y la rubia rió.

—¿Aún tomas café?— cambió de tema su padre.

—Sí. Tú también lo haces.

—¿Si? Creo que esperábamos más de nuestros hijos.