cuatro

282 27 0
                                    

Mía no podía parar de reírse con las cosas que le contaba Julian sobre la primera vez que toco Manchester, Enzo y Valen a su lado estaban de la misma forma.
El pequeño grupo se había alejado de los demás integrantes de la Selección desde hace una hora, Camila y Alexis habían pegado la vuelta a su casa por lo que solo eran ellos cuatro en el rincón del patio de la familia Messi.

Lionel miraba todo desde lejos, gustándole la nueva junta que su hija había tenido en lo que llevaba de la noche pero con un sentimiento raro en su cabeza al ver que su hija podía llegar a ser amiga de sus compañeros de trabajo, no estaba acostumbrado a que su hija sea parte de la vida social de su grupo, sin embargo, las nuevas adquisiones de la Selección lo obligaban de alguna forma a que así sea.

—Lo peor de todo es que hasta el día de hoy mi vecina me lo recuerda — Julian se apoyo en el respaldo del sillón y miro a su amigo enzo

— Y bueno amigo, por no empezar inglés antes, te hubieses quedado en river y nadie te iba a tomar como nene perdido en plena calle de Manchester— Enzo se burlo de el y le sacó la lengua

—Déjalo, pobre Juli.

Valen, su salvadora desde que esta con Enzo, volvió a defenderlo. Mía miraba todo sin decir palabra, aunque la habían incluido en las conversaciones más de una vez, seguía sintiéndose fuera de lugar.

— Como te defienden dios mio— Enzo acomodo a Olivia que estaba a upa suyo ya dormida — Creo que nosotros nos vamos yendo, ya me duelen las piernas de tenerla a upa— Mía asintió y se levanto, sabiendo que iba a tener que abrir. A lo lejos vio como sus papás estaban con alguno de sus amigos más cercanos, ya algunos integrantes de la Selección se habían ido y solo quedaban los mismos de siempre.

Se dirigió hacia adentro esperando que los demás saludaran, suponiendo que una vez que cerrara la puerta iba a volver a su cuarto aunque fuesen solo las tres de la madrugada y ella tuviese 20 años.

Luego de algunos minutos, la pareja y Julian se encontraron con ella

—Fue un gusto conocerlos, gracias por hacer esta noche menos embolante que siempre — los 4 se rieron y la pareja con su hija se despidió de ella

—¿A yo también me tengo que ir?— Julian se paro en el marco de la puerta sonriéndole, le parecía bastante lindo y a la vez le daba ternura porque lo que menos tenia era pinta de chamuyero

—Pensé que te ibas con ellos pero no hay drama si te queres quedar — Muy, muy en el fondo, Mía no quería que Julian se fuera.
Fue la primera persona que le habían prestado atención absoluta en toda la noche, realmente había hecho de la juntada algo más cómodo para ella.

— Entonces me quedo un rato más si no te jode.

Juli se sentó en el sillón, cosa que Mía agradeció. No quería irse nuevamente adentro, quería estar lejos de los gritos del dibu y de las risas de sus papás con la familia Di Maria.

—¿Te sentiste cómodo esta noche? No tenias que quedarte todo el tiempo conmigo, te perdiste de estar más con el grupo que otra cosa y recién nos conocemos.

Un poco de cosa le había dado, ellos eran los nuevos, tenían que integrarse al grupo que ya estaba conformado y ella les había sacado esa oportunidad

—Ni te hagas drama, yo la pasé re bien y tampoco es que hablo mucho cuando estoy con ellos, soy bastante tímido.

—Igual no muerden, son uno más bueno que el otro, los conozco — Mía le sonrió y Julian tuvo que recordarse así mismo que estaban en la casa de los Messi, que ella era su hija mayor y que no podía chamuyarsela con solo 5 horas de haberla conocido.

— Sisi, son unos copados igual y para una persona como yo, le sirve tener gente así que los saque de su zona, pero bueno, cuesta y más sin Enzo a veces.

Mía asintió y acostó su cabeza en el almohadón mirandolo, no podía creer lo lindo que era y que con una sola noche había logrado que ni se acordara del español.

—¿Estás emocionado por Qatar?

El mundial se acercaba y con ello los nervios, los malos recuerdos de ver a su papá llorando, de ver a su papá puteando a los programas deportivos por todo lo que decían sobre el. La época de mundial era una tortura para Mía.

—La verdad que si, más allá de si Scaloni me quiere o no, estar cerca del equipo y entrenar con ellos de igual manera es un placer enorme. Ya veremos con los días, ¿vos como lo vivis?

La famosa pregunta. Nadie le preguntaba sobre eso, nadie se preguntaba como vivían los hijos de Messi todo esto.

— ¿Sueno muy egoísta si digo que no quiero que llegue? — Saque mis ojos de Julian para mirar a la pared — Es saber que llega y llegan los comentarios, llegan las puteadas a mi papá, toda esa energía se siente y después del mundial a nadie le interesa como esta él, solo les interesa ver si va a seguir o no en la selección — mientras hablaba, se acordaba de todo lo que había escuchado, leído o que incluido se lo habían venido a comentar en su propia cara — Igual este año se siente diferente, la copa América y la Finalissima hicieron eso asique esperemos que sea así.

Julian se la quedo mirando, nunca lo había pensado, si bien cuando salieron los rumores de que Lionel dejaba la selección había sentido que todo su futuro trabajo se iba a derrumbar, jamás se había puesto a pensar en como su familia podía vivirlo y ayudarlo.

— Te prometo que este año es diferente.

Mía lo miro y le sonrió, le parecía tierno como quería ponerse en hombros algo tan pesado.
Quiso cambiar de tema al instante

—¿Cuando te volves para Inglaterra?

Le interesaba saberlo, no sabía porqué. Tampoco sabía si había alguien esperándolo en el viejo continente

— En una semana masomenos, fue un viaje corto para visitar a la familia y venir acá ¿vos vas a estar por esos lados?

Mía se quedo pensando, tenia que volver a Barcelona en dos semanas recién por temas de la universidad.

— Creo que en dos, pero me vuelvo sola porque tengo que entregar unos proyectos — Juli se la quedo mirando y las ideas corrían por su cabeza

—Mira, el 22 tengo un partido, es en Manchester, si estas libre para esa semana te invito a que veas un partido inglés — Juli le puso la mano en forma de trato, a Mía se le escapo sin querer la sonrisa y aceptó.

Y si ella pensaba que el español había sido una montaña de emociones es porque no había conocido a la Araña Alvarez.

¿Doble M? × Julian AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora