¿Doble M? × Julian Alvarez

cinco

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@/mmessi: ya no se bancan los proyectos finales y mi cara lo demuestra.

💬Ver los 9 comentarios
antonelaroccuzzo: te extrañamos hija! unas semanas más y estamos en casa ❤️
↪️mmessi: chau paz en la casa :(
valucervantes: hermosa 😍
↪️mmessi: valuuu 🧡
enzojfernandez: pegate un viajecito a visitarnos !!
↪️juliaanalvarez: que rápido reemplazas a tu último invitado
↪️mmessi: no te pongas celoso @/juliaanalvarez que seguro tiene cuartos de sobra
camimayan: un viajecito a Londres queda mejor 🧣🤎
↪️mmessi: Voy a estar en unas semanitas visitandote<3 (A juliaanalvarez le gusta este comentario)

Mía se reía con el comentario de Julian en su publicación, no pensó que la araña iba a ser tan demostrativo en las redes sociales considerando lo tímido y reservado que se mostraba frente a las cámaras. Tampoco es que su cuenta tuviese más de 500 seguidores, era una cuenta privada donde estaban algunos de sus amigos, sus familiares, algunos conocidos y recientemente se habían sumado el grupo de amigos que se hizo en la última reunión de su papá.

Había vuelto a Barcelona hace unos cinco días para terminar unos proyectos que le habían quedado de una de sus últimas materias. Si tenia suerte, principios de noviembre iba a ser el último mes donde pisaba la universidad, por lo menos lo que quedaba del año 2022.
La casa se sentía vacía sin sus hermanos gritando, parecía que la Mía que había vuelto de Rosario era otra persona, la persona que lloraba por Pedri se sentía muy lejana a la que estaba tirada en el sillón haciendo zapping en el sillón y ella sabía que la única razón era por el jugador del Manchester City: Julian.

Desde la reunión en su casa habían pasado a mensajearse todos los días, primero había arrancado por unos mensajes en instagram hasta que Juli le pidió su número de celular porque con los entrenamientos y su vuelta a la rutina, lo que menos hacía era entrar a Instagram.
A partir de ahí, cada minuto que Julian tenía libre lo usaba para hablar con Mía.

Y esta vez no fue la excepción, mire mi celular y Julian había mandando varios mensajes seguido de una videollamada. Iba a ser la primera vez que íbamos a hablar de esta manera y los nervios se instalaron en mi estomago, era bastante claro que Julian me atraía y no sabía que esperar de su parte.
Me acomode en el sillón y trate de no parecer muy nerviosa luego de que haya aceptado la videollamada. Algunos segundos pasaron antes de que su cara estuviese siendo mostrada.

—Hola Mía — un Julian recién duchado aparecía en su celular, se lo veía con el pelo mojado y por sentarse en el sillón de su casa

— Hola Ju ¿estuviste entrenando?— los nervios en su panza parecían no querer tranquilizarse, a su vez el sillón ya le parecía incómodo con la ansiedad que tenía por estar hablando con el argentino.
No sabía porqué Julian le transmitía todos esos sentimientos si se habían conocido muy poco. Es por eso que decidió irse a la cocina

— Si, nos estamos preparando para el partido del 21 ¿vas a venir?

Mía puso su celular apoyado en una de las tantas cosas que tenia su mamá en la cocina y se dedico a hacerse un café frío para poder manejar sus nervios

— Si, creo que voy a poder ir ¿Cuándo salen las entradas? Así ya la compro.

Julian puso sus ojos en blanco, claramente iba a pensar que tenía que comprar la entrada.

— Te estoy invitando, no tenes que comprar nada. Te puedo meter en el palco o decime si queres algún asiento en especial

—¿Estás seguro? No hace falta que sea un palco, con un asiento estoy bien, no es como si alguien me fuese a reconocer.

—Dale. Te voy a elegir el mejor asiento y después te mando toda la data.

Mientras hablaban, Mía ponía el hielo en su taza mientras esperaba que la leche terminará de batirse

—¿Cuándo vengas me vas a hacer un café frío también? — Juli la miro y vio como se ponía roja, no habían hablado de donde se iba a quedar, no sabía como sacar el tema y de preguntarle si quería quedarse en su departamento aunque eso seria irse muy al limite. No quería incomodarla tampoco.

— Si tenes una maquinita de estas en casa, seguro que si. Sino, vas a tener que visitar Barcelona para probar mis cafés.

No sabía de dónde había salido eso, se podía interpretar de muchas formas, ambos se miraron mientras Mía esperaba la respuesta

— Tengo la maquinita pero también tengo ganas de visitarte en Barcelona.

Vio como Mía se puso roja mientras iba caminando hacia el patio, en ese pequeño trayecto no había emitido ningún sonido, solo su cara roja y tratando de ocultar esa sonrisa.

— Bueno siempre va a estar presente la invitación  por si algún día queres.

Fue lo único que le pudo decir, no podía decirle "si, tomate un vuelo a Barcelona que estoy sola y podemos estar juntos sin que nadie moleste", no. Eso no podía decirle.

— Me vas a tener molestandote ahí entonces.

Mía sonrió y Julian también. Ambos se quedaron mirándose mientras seguían hablando de cualquier otra cosa.