El pequeño SeokJin camina al lado del pálido niño que nunca sonríe, YoonGi de verdad nunca sonreía.
—¿A dónde vamos? —pregunta Jin.
—Vamos a mi clase de inglés.
—Eso suena interesante, ¿entonces irás al extranjero?
—SeokJin eso a ti no te importa —responde YoonGi serio.
—Esta bien.
Jin hace un puchero y baja la mirada, acción que no pasa desapercibida por el niño pálido.
—No iré.
—¡Esa paloma esta herida! —grita SeokJin apuntando hacia el suelo.
Los guardaespaldas que acompañan a los pequeños niños se ponen en alerta, ya que Jin corre descuidadamente y notan como casi se cae.
—Esta muy herida —Jin se agacha y mira de manera triste a la paloma.
—Kim SeokJin tienes prohibido volver a correr tan descuidadamente —regaña YoonGi.
—Si, lo siento YoonGi.
—Esa ave esta muy herida —añade Min mirando fijamente a la paloma.
—Si.
—Si la mato ya no sufrirá, igual va a morir —asegura el pálido acercándose a la ave.
—¡YoonGi malo!
Los ojos del pequeño castaño se llenan de lágrimas, pues los ojos negros de Yoongi son tan fríos como sus palabras.
—Solo soy realista.
—Pero no hables así, eres muy malo —reitera Jin limpiando sus mejillas.
—Jovencito debemos irnos —indica uno de los hombres.
—Vámonos Jin.
—Pero y la ave...
—Igual va a morir, mi clase esta por empezar SeokJin. Si llego tarde será tu culpa.
El castañito limpia sus lágrimas y empieza a caminar esta vez más lejos de Min.
El pequeño Jin a su corta edad ya podía deducir que ese niño es muy malo, por eso no tiene amigos y es solitario.