DAY 28

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Aquino llego al karaoke en la noche, busco al azabache y parecía que tenía radar porque lo encontró rápido.

— ¡Hola!

— Oh, ¡hola! me habían dicho que no vendrías.

— ¿Tú pensaste que yo...? - El castaño no termino su pregunta porque un Locochon borracho lo interrumpió.

— Esa canción fue asombrosa Aquinooo.

— Es mi turno entonces - Dijo el azabache dándole un trago al tequila y yendo al escenario.

Natalan subió al escenario y Aquino simplemente lo observaba desde su lugar con Locochon, que le invito una cerveza. El castaño miraba maravillado a Natalan cantando. Pasaron las horas en el karaoke y algunos ya estaban ebrios, Aquino no estaba ebrio pero se dirigía con Locochon y Natalan hacía la mesa.

— No pensé que fueras a unirte con nosotros a tomar un trago, eres bueno cantando.

— Muchas gracias yo quería cantar otra canción pero no la tenían.

— Aquino es de Perú. - Interrumpió Locochon totalmente ebrio en la conversación de Aquino y Natalan.

— ¿En serio?

— Si... Crecí en Lima y viví allá hasta los 19.

— ¿Y ya tienes pareja Nat?

— No. - Respondió de una forma juguetona el azabache.

— ¿Por qué no?

— No me siento listo para una relación, Locochon.

— No puedo creer eso - Respondió burlón.

— Me ofendes Locochon, ¿Una persona soltera no puede disfrutar serlo?

Entre los dos se rieron pero Aquino solo observaba en silencio la situación.

— No me veo siendo el novio de alguien ¿Sabes? Disfruto ser yo mismo, las relaciones aveces son complicadas, la gente resulta herida ¿Quién lo necesita? Soy joven y me voy a divertir mientras pueda, quizás intente algo serio luego.

— ¿Y qué pasaría si te enamoraras? - Pregunto curioso Aquino por la opinión de Natalan sobre el tema de las relaciones.

— ¿En serio crees en esas cosas? - Pregunto algo burlón Natalan.

— Es amor, no hablo de Santa Claus.

— ¿Que significa esa palabra? - Le respondió el azabache burlón - Yo he tenido parejas y jamás he estado enamorado.

— Yo digo que el señorito protesta demasiado. - Dijo Locochon cansado de escucharlos y animar un poco la situación.

— El señorito no cree en eso, no existe el amor solo es una fantasía.

Estuvieron un pequeño momento discutiendo sobre esas creencias de Natalan, la charla acabo cuando Aquino fue casi obligado por sus amigos para que se subiera al karaoke y terminara cantando feliz. Quizás era por su estado de ebriedad pero Aquino podría jurar que Natalan lo miraba de una forma que nadie más lo había hecho; al sentir que lo miraba así canto más motivado mientras la gente lo animaba a seguir así. Al final se tuvieron que ir porque si ellos estaban ebrios Locochon estaba peor, Natalan y Aquino se pusieron de acuerdo para llamar un taxi para que se lleve a Locochon, mientras tanto lo ambos lo acompañaban a la salida.

— Estuvieron increíbles chicos, ¡esto fue muy divertido! - Dijo mientras sus amigos lo ayudaban a subirse al taxi - ¡Suéltame Aquino!, Natalan

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— Estuvieron increíbles chicos, ¡esto fue muy divertido! - Dijo mientras sus amigos lo ayudaban a subirse al taxi - ¡Suéltame Aquino!, Natalan.

— ¿Si?

— Le gustas. - Dijo refiriéndose a Aquino.

Aquino sintió como su cara se sonrojaba de la vergüenza que su amigo le estaba haciendo pasar, inmediatamente subió a Locochon al taxi en contra de su voluntad sin dejarlo hablar, aunque igual por la ventana se escuchaba a Locochon decir "¡LE GUSTAS MUCHO!" y sin perder tiempo el taxi se fue. Aquino se subió el cubrebocas para que Natalan no lo viera sonrojado.

— Olvida eso... esta ebrio... cada vez que venimos aquí él se pone algo raro...

— ¿Es cierto?

— Si, él bebe, luego canta y...

— No, no hablo de Locochon... hablo de ti.

— ¿De mí? - Pregunto Aquino algo avergonzado.

— ¿Te gusto... de verdad?

Los dos se miraron por unos pocos segundos, Aquino miraba a Natalan de una forma hermosa, aunque tuviera el cubrebocas se notaba que tenía la cara sonrojada y avergonzada mientras que Natalan tenía un leve sonrojo.

— Si... s-si eso es cierto...

— ¿Cómo... amigo?

— ¡Exacto! Como amigo.

— ¿Solo como amigo?

— ¡Si! Bueno no lo he pensando... emm... si, ¿Por qué?

— Nada en realidad, solo creo que eres interesante y me encantaría que fuéramos amigos, ¿Te parece bien?

— Si... me encantaría que fuéramos amigos.

Otro silencio, al parecer les encantaba generar silencios incómodos entre los dos. Solo había silencio y miradas, Aquino miraba a Natalan con deseo mientras que Natalan miraba a Aquino con ingenuidad. Y de igual forma, los silencios se los llevaba el azabache cuando se iba y dejaba solo al castaño.

𝟓𝟎𝟎 𝐃𝐀𝐘𝐒 𝐎𝐅 𝐍𝐀𝐓𝐀𝐋𝐀𝐍 // 𝘈𝘲𝘶𝘪𝘯𝘰 𝘹 𝘕𝘢𝘵𝘢𝘭𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora