extraterrestre #1 [ markhyuck ]

Capítulo 16

—¿Estás loco? —Dijo Ten en cuanto entraron en la antigua habitación de Donghyuck—. Si hubiera sabido de esto, nunca te hubiera traído a la Tierra conmigo.

El estómago de Donghyuck se sacudió con nervios. Cruzó los brazos sobre su pecho.

—No sé de qué estás hablando.

Ten le dio una bofetada telepática. Donghyuck apretó sus escudos mentales y lo fulminó con la mirada. Ten le devolvió la mirada. —No te hagas el tonto. ¿Qué estás haciendo, Donghyuck?

Donghyuck desvió su mirada. —No sé a qué te refieres.

—Correcto —Ten suspiró—. Sabes que es inútil. No importa lo apegado que estés a este humano, nunca podrás ser tú mismo con él. Nunca se te permitirá quedarte aquí. No se nos permite permanecer indefinidamente en los mundos pre-TTCI.

—Nadie sabe dónde estamos, excepto por tu amigo —dijo Donghyuck con fuerza.

—No te engañes. Puede que no lo sepan ahora, pero eventualmente lo descubrirán —Ten negó con la cabeza, mirándolo con tanta pena que le revolvió el estómago a Donghyuck.—No te apegues demasiado a él, Hyuckht. Trata de mantener una distancia razonable. Ya eres demasiado cariñoso con él —Ten lo miró fijamente—. ¿Era realmente necesario sentarte en su regazo y dejar que te besara el cuello? ¿Es otra costumbre humana que no conocía?

Donghyuck parpadeó. ¿Realmente Ten no se había dado cuenta de que su relación con Mark era menos que platónica? ¿Era él genuinamente ajeno? Era difícil de creer. Pero, de nuevo, Ten estaba vinculado y las áreas de su cerebro responsables de la
atracción sexual fueron suprimidas por el vínculo. A pesar de la audaz conversación de Ten, no tenía experiencia en lo que respecta al sexo y las relaciones. No tenía idea de cómo se sentía la atracción. Tal vez él no podía reconocerla. Donghyuck casi lo envidiaba. Las cosas habían sido mucho más fáciles cuando su cuerpo no se comportaba de forma tan extraña, atraído por Mark como un imán. Había sido adicto al toque de Mark y a la atención de Mark mucho antes de que se
rompiera su vínculo, pero ahora era mucho peor. Ahora había otra dimensión en sus sentimientos, una que era más difícil de suprimir.

—Prométeme que pondrás algo de distancia entre él y tú — dijo Ten, mirándolo fijamente.

—Lo prometo —dijo Donghyuck, sintiéndose como el peor tipo de mentiroso. Haría lo mejor que pudiera, pero sabía que era demasiado débil en lo que a Mark se refería. Para alivio de Donghyuck, después de eso, Ten cambió de tema.

Ten pasó la siguiente hora preguntándole a Donghyuck sobre las costumbres humanas y algunas cosas que Mark había mencionado que lo confundían. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, soltó a Donghyuck.

Donghyuck tomó una ducha rápida en el baño y se puso ropa limpia, feliz de descubrir que
Mark no había quitado la ropa de Donghyuck de su guardarropa. Para cuando abandonó su antigua habitación, el resto del apartamento ya estaba oscuro. Donghyuck abrió la puerta del dormitorio de Mark y entró. El humano había dejado las ventanas abiertas y la luz de la luna iluminaba bastante bien la habitación. Junto con la mejoría de la vista de Donghyuck, podía ver todo perfectamente.

Mark parecía dormir rápido, su pecho subía y bajaba uniformemente. Solo estaba en sus bóxer. Donghyuck apartó los ojos y se quitó la ropa interior tan silenciosamente como pudo. Estaba un poco decepcionado de que Mark estuviera dormido, pero tal vez fue lo mejor. No creía que pudiera cumplir su promesa a Ten si Mark estaba despierto y lo tomaran desde donde lo dejaron.

Donghyuck se metió en la cama y se puso de costado, mirando a Mark. Miró el hermoso perfil de Mark y sintió que su garganta se
cerraba. Mark era humano. En la oscuridad y la tranquilidad de la noche no había escapatoria de ese hecho.