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Cuando pasaron unos días, Hao supo que había una chica de intercambio, que era china como el. Por un momento se ilusiono pensando que podría ser alguien que quisiera ser amigo suyo, que le recordará los días que paso en Beijing tras la perdida de su hermanita.

Pero cuando la vio entrar por la puerta sus manos temblaron y agachó la mirada.

Pero mirar quien es...- dijo con una sonrisa. Si es el segundón...- susurro empujando levemente el brazo del omega.

Nadie dijo nada, esa chica era una alfa pura. ¿Quien se atrevería a decir algo?

Hao, levanta la cabeza. Afirmó fuertemente en chino.

Su cuerpo tembló y acabó levantando el rostro con lágrimas.

Yi-yiren... has vuelto...- susurro limpiando rápidamente las lágrimas caídas.

Exacto, he vuelto.- Miro a Taerae a su lado y entrecerro los ojos. Fuera, me quiero sentar con mi amigo.

El no se mueve.-Dijo agarrando la mano de Yiren.

¿Me estás desafiando Wang Hao? Ay... yo sabía que no serias bueno...- dijo tocando la punta de la nariz de Hao y marchándose.

Taerae le miro confundido. ¿Que acaba de pasar?- Pregunto mirándole a los ojos, no había entendido nada de la conversación.

Nada... no es nada importante...- susurro.

Por tu culpa me han quitado el puesto de violín principal! Exclamó golpeando su pequeño rostro.

Por favor Yiren, no me hagas daño, mamá se pondrá triste si me ve así! Exclamó con un puchero.

Tu mamá es tonta no tiene dinero como la mía! Exclamó con una sonrisa malvada, que hacia más daño al pobre corazón del menor.

Mi mami es buena, mi mama se levanta siempre pronto para poder preparar el desayuno! Se va a otras ciudades por su trabajo, y lo hace muy bien! Exclamó con lágrimas en los ojos.

Yiren agarro su cabello y le hizo levantar el rostro, sacó un cuter y giro su cabeza marcando una Y detrás de su oreja. Hao pataleo y grito, pero sus gritos se quedaron ahogados en la mano de la alfa. Sintió la sangre escurrirse por su cuello y supo que no había otra opción. Quería irse de allí, quería volver a Corea con su amigos.

No eres nadie, eres un simple omega inútil, no puedes quitarme mi papel, así que si no quieres algo peor renuncia! Exclamó roja de la furia.

Cuando Hao llegó a su casa dejó las cosas en el suelo y se encogio en su habitación. Rodeando sus piernas con esos brazos llenos de marcas hechas por el. Solo quería ser algo, quería ser alguien del que sus padres pudieran enorgullecerse, pero ningún alfa le dejaba ser libre.

Cuando su padre llegó a casa bajo las escaleras y le abrazo con fuerza. Papá... ¿cuando nos vamos de aquí? Quiero volver a casa...

opposite poles ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora