Epílogo

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Entonces, hazte una foto con lo que más ames, ¿de acuerdo Hao?- Dijo la psicóloga entregándole una pequeña cámara.

¿Una foto?- Dijo confundido. Ella asintió y sonrió.

Haz una foto de ti y la persona que más ames en el mundo. Con tu paisaje favorito o tu comida favorita. Simplemente hazlo, y en la próxima sesión, traemela.- Hao cogió la cámara y asintió, saliendo de allí con una sonrisa.

Hanbinnie~ Dijo sabiendo que su hermoso novio estaría esperándole ahí fuera.

Llevaba seis meses yendo a ese lugar, los primeros cuatro meses Hanbin le acompaño. Para agarrar su mano cada vez que se rascaba las heridas, o cuando se ponía a llorar por volver a recaer y no haberlo podido evitar.

Cada vez que eso pasaba, Hanbin le abrazaba, le obligaba a colocar una mano en su corazón, y su cabeza en el hombre. Contaban diez latidos juntos, ni uno más, ni uno menos. Y después de eso limpiaba sus heridas, las colocaba una tirita y dejaba un beso encima de ellas.

Después de esos largos seis meses, Hanbin y Hao empezaron a estar más tiempo juntos. Hanbin iba a dormir los lunes, viernes y domingos a la casa de Hao, mientras que el resto iban al apartamento de Gunwook y Taerae.

Incluso Hao tenía un pequeño calendario en el que podía pegar pegatinas de gatitos según su estado de ánimo diario. Eso al menos siempre le sacaba una sonrisa cuando había tenido un pésimo dia.

Los comentarios de Yiren no pararon, y por desgracia no podía hacer nada. Después de que insultara sus ojos, sus piernas o su cuerpo desproporcional, lo único que podía hacer era llegar a su casa o a la de Hanbin y encogerse para llorar.

Hasta que un día, después de todo, llegó el día de la graduación, y por fin fue la ultima vez que la vio, sintiendose con una atadura menos. A Hanbin le temblaban las manos al saber que a su corta edad iba a poder entrar a la escuela de ingeniería mecánica más prestigiosa de todo Corea.

A Hao, le habían aceptado en la carrera de microbiologia. Así que ambos estaban muy felices.

Y no, no se iban a separar como el omega pensó en tantos momentos.

No.

Hanbin había decidido mantenerse en la universidad de seoul, y hacer una hora de viaje todas las mañana. Por el contrario de Hao, que tenía a quince minutos la universidad.

Cuando Hanbin llegó de la universidad, Hao le había dejado algo de ropa limpia y una pequeña nota. La dirección era su antiguo colegio.

Confundido se ducho y cambió, para irse hacia allí. Y vio al pequeño omega con unas flores y unas velas en su mano.

Cuando éramos pequeños, te escapaste conmigo y Gunwook para ayudarme a preparar el aniversario de mis padres. Compramos dalias y tulipanes.- Dijo para darle una flor al alfa.- Y compramos velas de vainilla. Fue la primera vez que pasamos un día entero juntos. Y fue el mejor día de mi vida, llegamos tarde, y... mi madre... e-ella nos encontró y nos llevó a casa. La mamá de Gunwook te golpeó, y siempre estaré arrepentido de eso. Al día siguiente, llegaste con un corte en la mejilla, y yo te entregue esto, te dije que los alfas bonitos no debían tener marcas...- Colocó una tirita de ositos en la cicatriz pequeña que había quedado debajo de su ojo.

Lo-lo que quiero decir es que siempre te ame... desde ese día, y gracias a ti he podido amarme a mi mismo- En ese momento las mejillas de los dos estaban húmedas por las lágrimas.

Siempre pensé que te merecías algo mejor que yo. Pensaba, ¿que ve Hanbin en mi? Solo pensaba en cosas superficiales hasta que me di cuenta que no eras como el resto de Alfas, tu, no veías mi cuerpo, veías mi corazón. Y eso es lo que más me hizo amarte... y tal vez sea pronto, por que esto no es algo real, pero quiero que el mundo sepa que Sung Hanbin es mío, y de nadie más...- Dijo dejando una cajita aterciopelada en las manos del menor.

opposite poles ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora