opposite poles ~ Haobin

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Cuando salí de la escuela, iba a ir a por la Rosa azul, por si con suerte veía a Hao antes de que se fuera. La última semana le había ignorado demasiado por mis exámenes de física, ya que no podía salir de casa según mi papá.

Y es que Hao tenía más libertad, debido a que iba a cumplir dieciocho años, Hanbin había sido avanzado dos cursos más y tenía quince para dieciséis. Y por ese motivo, y muchísimos más tenía miedo de que hao le dejara por otros alfas.

Suspiro y cuando saco la rosa de su taquilla alguien se acerco a él.

Hanbin!- Era Danielle. -Ho-hola... ¿Podríamos hablar?-

Claro, ¿Pasa algo?- Pregunto el alfa.

Qu-queria saber si-si... yo, me gustas Hanbin. ¿Querrías ir a por un helado conmigo?-

Hanbin se sorprendió ante sus palabras.

Oh-oh Danielle... lo siento, no-no puedo, me gusta alguien.- La omega le miro decepcionada, había llegado tarde.

Por favor... no estés triste, ¿si? ¿Quieres ir aún así a por ese helado? Podemos seguir siendo amigos.- La chica le miro con una pequeña sonrisa.

A pesar de todo eres muy buena persona, la omega afortunada tendrá mucha suerte.- Hanbin asintio algo incómodo.

Ambos fueron a comer un helado y hablaron un poco juntos. Hanbin se sintió cómodo, nunca había hecho amigos por la diferencia de edad, pero no sabía si era por que ella veía más allá de él, de lo que el veía de ella.

Me tengo que ir Danielle. Me lo pase muy bien, espero que podamos ser amigos a pesar de esto.- Ella asintio con una sonrisa y se despidió.

Hanbin saco la rosa azul de su mochila, la cual no entendía como había sobrevivido y escribió a su novio.

Sal a la ventana. Le escribió a Hao.

Tardo un poquito en salir y sonrio al ver a su lindo novio en la ventana.

Voy a subir, reza por qué tu lindo alfa no se rompa la cabeza.- Dijo de broma subiendo con cuidado para llegar a la ventana.

Hao le ayudo a pasar y le miro con una sonrisa. Hanbin metió a su lindo novio entre sus brazos y le apretujo con fuerza metiendo su nariz en su cuello.

Hao, hao... te extrañe...- dijo mientras el omega estaba algo confundido.

¿Pasa algo?- Pregunto confundido.

Hueles mucho a otra persona...- dijo frotando su nariz.

Se olio la chaqueta y pidió perdón. -Lo siento, estuve con Haerin por la tarde.-

Y... ¿paso algo?- Pregunto mordiendo su labio nervioso.

Nego. -No era nada importante- dijo con una sonrisa.

hao asintio y se sento en la cama para cerrar los ojos.

-Hao, no estás cómodo, ¿Hice algo mal?- Pregunto algo angustiado.

Nego, suspiro y sus ojos se cristalizaron.

Hanbin asustado se agachó para estar a la altura de su novio sentado. Le puso erguido y cogió su rostro con las dos manos.

Wang Hao odiaba ser débil ante Hanbin. A lo largo de su odiosa vida había sabido que no podía mostrar sus debilidades, menos aún siendo omega hombre. La vida sería difícil para el, y por eso odiaba ese sentimiento que le obligaba a ser sumiso ante Hanbin, haciendo que en momentos como este, tuviera que soltar todo lo que había dentro de él.

Hanbin acarició sus mejillas con los dos pulgares y le obligó a que le mirara a los ojos.

-Que te está doliendo Hao... ¿que pasa?- Pregunto confundido.

Las lágrimas de Hao cayeron por sus mejillas y Hanbin sintió como su corazón se rompía un poquito, por cada lágrima que caía del rostro de su pequeño príncipe, sin importarle que el fuera el menor, rompía su corazón un poco más.

Hao, necesito que respires regularmente y me cuentes que es lo que esta rondando en tu cabecita, ¿si? Sabes que lo que más odio es verte triste.- Hao asintio y le miro a los ojos. Esos ojos que habían visto tanto sufrimiento en el, esos ojos que sabían la vergüenza que le daba hablar sobre su cuerpo, sobre el o sobre cualquier tema que estuviera involucrado con el nombre y apellido Wang Hao.

Hanbin sabía que la estabilidad de Hao era muy frágil, por eso, se había encargado de mantenerla desde que era un simple niño.

Seguía siendo un niño, pero por desgracia había tenido que madurar mucho antes de lo que me hubiera gustado.

Más aún cuando a su corta edad perdió a su madre y más tarde comenzó a notar la realidad de su familia.

Salió de sus pensamientos y miro a Hao.

¿Me lo quieres contar?- dijo acariciando la nariz del omega. Sabiendo perfectamente que era su lado sensible.

Hao asintio. Sabiendo que el hombre que estaba delante de él, sería el que más le apoyaría en su corta vida.

Miro los ojos expectantes del alfa y abrió la boca, quería hablar, necesitaba palabras. Trago saliva y suspiro, estaba dispuesto a decir todo lo que sentía del tirón, sin ninguna pausa.

De repente, mi lobo hecha de menos a mi mama Hanbin... y pienso, si todo fue mi culpa. Mis papas se aman, y yo los amo a ellos, pero si a mi no me hubieran gustado las cosas algo femeninas o el color rosa no hubiera pasado nada. Mi madre y yo no hubiéramos discutido, me hubiera quedado con ella ese día, no hubiera ido a casa de papa y ella no hubiera muerto... pienso si el problema soy yo, el problema es mi forma de ser, y si tu encontraras a una omega linda, y te des cuenta que no tengo un cuerpo tan perfecto como el de ellas, se que me dejarías por que yo también me dejaria a mi mismo. Y tengo miedo, tengo mucho miedo Hanbin.- El le miro sorprendido a todo lo que su novio se había guardado, así que le abrazo y dejó que llorara en su hombro.

Nada fue tu culpa Hao, fue la mente retorcida de tus abuelos. Pero la mamá de Euijoo, logró que estuvierais seguros... ¿y yo? Yo no tendría que mirar a nadie más teniéndote a ti Hao, te lo prometo. No te cambiaría por nada el mundo, por que te quiero...- Hao se limpio las lágrimas y unió sus labios con los de Hanbin.

Te quiero... eres lo mejor que me pasó en la vida hace mucho...- dijo para volver a sentir los labios del alfa una vez más.

Me gusta cuando hueles a carbón dulce.- Dijo mordisqueando donde la glándula de olor del omega estaba.

Hao sonrio olvidándose un poco de todo.

Se colo en la cama y se movio para que el alfa se acomodará entre sus piernas y pudiera abrazarle como a un oso. Hanbin... te amo. Dijo con los ojos cristalizados.

Hanbin sintió su corazón derretirse. Yo-yo también te amo Hao... dijo uniendo sus labios.

Les traigo una actualización "larga" por que me sentí mal por desaparecer, tengo poquitos lectores y no me gusta decepcionaros. Estoy con poca estabilidad mental estos días y me encuentro fatal, encima, odio la Navidad:(