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25/12/2023

Antonella mueve sus uñas sobre la mesa mientras mira a Cristian sacarse fotos con Karen y Valentino cerca del árbol mientras a un lado Giovani abre los regalos de su hija junto a su mujer y sus papás lo mismo que los primeros posando para una selfie en la que quieren sumar a la rubia menor, pero ella lejos de posar y sonreír como siempre, se aleja usando su celula.
El jugador nota esto y frota sus manos contra su pantalón para después abrir los paquetes con el nombre de su hijo, provocandole sonrisas.

—Este es para.. ¡Mecha!—anuncia Cristian leyendo el envoltorio del regalo que parecía ser para su suegra, la mencionada aplaude y poniéndose de pies va hasta el morocho buscando agarrar la caja que contenía un set de secador para el pelo y una planchita,cuandon la mayor abre su boca el cordobés ladea una sonrisa—¿Te gustó?—ella asiente y seguido de eso agradece abrazando al último.

—Uy me parece que eso te lo va usar más una que yo conozco ma..—habla Karen mirando de reojo a Antonella.

Cristian chasque su lengua mirandola brevemente a su mujer—Uh no, llega agarrar la anto el peine y se rompe ni bien lo pasa por su pelo—dice esto llamando la atención de la menor y una vez que siente su mirada encima suyo ríe con satisfacción.

Tres semanas habían pasado desde aquella pequeña "discusión" y aunque ella estaba ofendida con él, trataban de tratarse como siempre para no levantar sospechas, pero era el cordobés quien cumplía con su palabra ya que ella en verdad sentía enojo dentro suyo.
Tragandose la respuesta, Antonella sonríe sin dientes y vuelve a mirar su celular, sumida en una conversación con Enzo donde cada tanto se queja de su cuñado recibiendo un "bueno no le des bola" del morocho.

El centrocampista había sido invitado por ella pero claramente no iba arriesgarse a aparecer en un lugar donde también estaba Giovani, aunque jugaban en la misma selección, nunca habían entablado relación y la presencia del porteño ahí despertaría dudas en el rosarino por lo que opto quedarse en casa cumpliendo el roll de padre de familia.

—No te enojes—esboza Karen inclinándose hacia la menor al ver la cara de su hermana—¿Desde cuándo sos tan sensible ante los chistes de Cris?

Antonella entreabre su boca—No me enoje.. tengo un poco de sueño, nada más.

—¿Querés ir a dormir?

—¿No te enojas?

Karen chasquea su lengua y niega—¿Cómo me voy a enojar? anda gorda, si vamos a estar aca hasta la madrugada supongo.

Antonella asiente y apretando la mano de su hermana se pone de pies—Bueno... creo que los dejo aca—sonríe amablemente y saluda uno por uno a los presentes.

—Mira que ortiva...—agrega Cristian cuando ella pasa por su lado, la menor se detiene frente suyo y sube su mirada al morocho haciendo que el trague con dificultad al ver esos ojos tan llamativos.

La rubia pone ambas manos en el pecho ajeno y le basta con ponerse en puntitas de pies para acercar su boca a su mejilla y dejar un beso en ella—Buenas noches—murmura y se encamina a la escalera abandonando la sala, dejando sus regalos sin abrir, entre ellos uno que  había sido comprado por Cristian que, si bien él le había comprado alrededor de cinco regalos, quería ver la reacción que la rubia tendría con uno en especial.

Sentandose en su cama lleva una de sus manos al cierre de su bota y bajandola lentamente se deshace de su calzado, ella amaba las fiestas, pero el estar de tal manera con Cristian le bajaba los ánimos y a él, le pasaba lo mismo, lo único que le emocionaba era ver a su hijo abrir sus regalos.

Hola rubia hermosa—habla Enzo detrás del teléfono ni bien recibe la videollamada de Antonella—¿Ya acostada?

La menor asiente y baja su celular solo un poco, dejando ver el pijama que lleva puesto.

BABY LOVER | Cuti RomeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora