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LONDRES

Batallando con la llave de su casa mientras carga las botellas de yogurt sueltas,entra encontrándose con ambas rubias siguiendo a Valentino por el gran hall de su hogar.

—Mira, ahí llego papá y te va a retar—dice Karen señalando al morocho que sonríe ampliamente al ver a su hijo reír caminando a sus brazos—Cris decile algo, no se quiere poner el pantalón.

Dejando las botellas en el piso recibe al menor en sus brazos, cargandolo y comenzando a dejar besos en sus mejillas mientras inclina su cuerpo—¡Hola gordo!¿Qué te hacen? ¿Te está molestando la bruja fea de tu tia?

—Negro de mierda—esboza Antonella cruzandose de brazos con el pantalón de valentino en sus manos—dale traelo porque en un rato tengo una cita.

Cristian arquea sus labios acercándose y manoteando la prenda—Dame, cita ¿vos? espero que de trabajo, me tenes que pagar la cartera que te compre ayer.—esboza riéndose, yendo al living.

—Ah no.. que cara rota, me dijiste que era un regalo.

—Si, justo a vos, te la compre porque un poco mas casi lloras—vistiendo al menor responde.

—Dejen de pelear ustedes dos, yo me voy a bañar amor, ya vuelvo—Karen habla despeinando su rodete y después de eso se escuchan los pasos resonando por la escalera.

Antonella se acerca al espejo que decora el living haciendo muecas frente al espejo, pero capturando solo su cuerpo.

—Si, cortate la cara mejor—exclama cuando la ve, dejando a Valentino en un andador y sentándose en el sillón mientras enciende el joystick de la play.

—Asi queda mas aestetic para mi insta.

—Boe aestetic, ayer le sacaste foto a un cartel de la calle, a la mañana a tu desayuno ¿Qué pingo es eso?como me tenes bloqueado no veo las ridiculeces que subis.

Acomoda la parte superior de su vestimenta haciendo que sus pechos puedan verse a la perfección—Y si me comentabas cada boludes igual.

—Ah porque vos no me comentabas monos en cada publicación.

Antonella gira con una sonrisa—Lo sos—su vista vuelve al espejo, Cristian muerde su labio y estira su brazo alcanzando un sonajero que le pega de lleno en la nuca a la menor—ay, ¡hijo de puta!—sobando la zona se inclina tratando de devolver el golpe, sin éxito alguno ya que él se apresura en agachar su cabeza, riendo a carcajas—dios, sos insoportable Cristian.

—Ahí tene' la puerta—dice formando un pico con su boca señalando la entrada, ríe acomodándose en el sillón—mentira pila doble a.

Frunciendo sus cejas se acerca a Cristian—¿Eh?

—Negra con amarillo arriba, igualita a una pila—es lo último que dice para después cubrir su cabeza cuando los dedos de ella se mezclan en su pelo tirando de estos—ah culia' duele.

—Maricon.

Peinando su pelo vuelve a agarrar su joystick—Vo' debe' estar acostumbrada a que te tiren de los pelos, a mi me duele—aquellas palabras salen de la boca del cordobés desde su inconsciente por lo que apriteta los labios lamentandose por dentro, recordando que no está hablando con uno de sus amigos y que aquello que dijo puede tener como consecuencia una cachetada de la menor.

BABY LOVER | Cuti RomeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora