EPÍLOGO

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Antonella quería romper el contacto visual agachando la cabeza pero él no iba a permitírselo, la pregunta cayo inesperadamente y la rubia no tuvo tiempo ni siquiera de pensar en si decirle la verdad o no. Porque no, por mas que fuera algo obvio, no lo había pensado en su debido momento.
Pero ahora el si decirle o no era una pregunta que la llevaba a otra, más que nada porque de ambas sacaba la conclusión de que no escucharía algo bueno.

Simplemente negó, negó intentado mantener sus ojos en los adversos pero por mucho que intentara iba a ser imposible, su cabeza se agachó por un microsegundo, fue lo que duró hasta que el cordobés la movió con sus manos.

— ¿No? — volvió a preguntar Cristian, sus manos cerradas aún con fuerza en las muñecas contrarias — ¿Segura? porque si yo me llego a enterar que es mio y se lo queres encajar al otro gil me voy a enojar pa' la mierda Antonella — dijo firme, mirando fijamente los ojos de la menor que comenzaba a sentir un dolor abdominal respecto a los nervios que le causaba la situación — ¡Respondeme boluda! ¿No estás viendo como estoy?

Ella tragó y aunque su corazón quería decirle toda la verdad, en su cabeza cruzaba la idea que la preocupación ajena solo era la de no quedar mal con la gente, que por cierto, tanto lo querían. Niega arqueando sus labios a punto de llorar — Es de Nicolas.

Los brazos repletos de tinta se alejaron cuando sus manos se abrieron soltandola. La miró por un rato con la mandíbula apretada — ¿Y después te haces la pobrecita? — preguntó rebajandola, dispuesto a irse giro, pero antes le dedicó la ultima mirada apuntandola   — a tu hermana le da lástima dejarte sola, porque si fuera por mi-

— ¿Qué? — encaró la menor — ¿Me echarías?

El cordobés dió un paso mas e inconscientemente por la cercanía sus ojos se desviaron a los labios ajenos provocandole una sonrisa. Por voluntad propia, miró el escote, segundos después su diestra viajo a la nuca, enredando el pelo rubio entre sus dedos y cerrando su mano en un puño — Estas tan buena.. — apretó sus dientes — estas tan tremenda que te garcharia aca arriba de la mesa.

— Pero respondeme, ¿Me echarías?

Sus respiraciones parecían chocar entre sí, él con el semblante serio se encogió de hombros y arqueo sus labios hacia abajo — Si, si no sos nada mio — bruscamente la soltó tironeandole antes los pelos hacia atrás, sus ojos se implantaron en los de ella — no sos nadie.

Una sonrisa burlona fue lo último que vió Antonella por la parte contraria, ella en cambio apretó sus labios y asintió, la decepción ya no era algo que le asombrara, menos si la recibía por parte de un hombre.
Movió sus pies hasta la cocina y después de correr una silla se sentó, colocó ambas manos en la mesa y lo último que hizo fue mirar a la nada.

Podría decirse que en estos momentos la menor sentía como su dignidad se esfumaba, pero la verdad es que ese sentimiento ya se había instalado en su cuerpo el día que le pidió una explicación a Nicolas, porque aunque se excusaba diciendo que era chiquita, ese suceso había marcado un antes y un después en su vida..

FLASHBACK

2021, Machester - Reino Unido

Antonella frunció la nariz y secó sus lágrimas para tocar el timbre por un largo rato posteriormente, al no tener respuesta dejó su dedo instalado ahí hasta que la anatomía de Nicolas se presentó — Uh nena ¿Vos no te cansas no? — habló con prepotencia, haciendo que la rubia diera unos pasos hacia atrás. Abrazándose a sí misma subió sus ojos a los del morocho, por primera vez tenía al mayor en cuero y no era la prioridad en su vista — dale pasa — agregó obligandola a entrar al departamento.
Su tono de voz bajó cuando notó como se encontraba la cordobesa, un rodete mal echo, ojerosa e incluso parecían lagañas aquello que tenía entre los ojos, así y todo la cordobesa seguía pareciendo una muñeca.

— ¿Tanto te costaba contestar los mensajes? — preguntó ni bien estuvo adentro, Nicolas hizo un montoncito con sus dedos, ella lo miró — no me hagas así.

— Bueno entonces vos no digas boludeces ¿Quién te pensas que sos para reclamarme?

— Antes de que te acostaras con mi hermana eramos novios, nose si te acordas.

El morocho se sentó en uno de los taburetes y tomo un puñado de maní, antes de llevarlos a su boca, rió — Tengo mujer yo, vos sola te hiciste esa peli — Antonella se acercó y contuvo las ganas de llorar, un puchero imprevisto se formó en sus labios, pero antes de que pudiera hablar, él limpió su mano con la otra y la llevo a la mejilla ajena — ¿Te doy un consejo bombón? no te metas con hombres casados, porque si no le somos fiel a la que llevamos al altar, menos lo vamos a ser con la que llevamos a la cama.

La menor corrió la mano tatuada con su diestra — Te cagaste hasta en tu amigo Nicolas.

Él chasqueó la lengua — Metete en bolas en su pieza y fijate como el negro cae.

— Yo no soy una malparida como vos.

Nicolas rió y se bajó del asiento, su zurda subió en busca de cerrarse en el mentón de la menor — No escupas para arriba que podes salir mas hija de puta que yo.

FIN DE FLASHBACK


Los pasos provenientes de la escalera hicieron que bajara de la nube en la que estaba, pero no se le hizo necesario girar su cabeza para saber quien estaba detrás suyo.

Cristian rodeo la isla de la cocina — ¿Uh todavía seguis aca? — esbozo sin ningún tono de gracia y abrió la heladera sacando un jugo de ahí, pero antes de tomarlo tiró sus llaves, ni bien el pico de la botella salió de su boca buscó su celular entre sus bolsillos y tecleando algo en el, volvió a hablar — ahora vamos a salir con Karen, me dijo que te mandó el número de un delivery.

— Ah, no vi mi celu to-

El corodobes ignoró a la rubia, simplemente dejó el jugo guardado y corrió dispuesto a subir nuevamente a su habitación.

Antonella suspiro con pesadez y apretando su mandíbula tanteo sus dedos contra la mesa, sus ojos cayeron en las llaves, después de pararse y tomar éstas, pensó " Ay Cristian.. me dejas todo servido en plato"

De un trote manoteo el buzo del Tottenham, su celular y acelerando sus movimientos llegó al auto, instalando su cuerpo en el auto.
Festejo internamente cuando la llave giró y mientras se colocaba el cinturón de seguridad, sonrió

— Si quieren que sea una hija de puta, voy a ser una hija de puta.

BABY LOVER | Cuti RomeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora