Matrimonio por conveniencia (Chestappen)

Capítulo 11

Las feromonas de ambos estaban por toda la habitación, cualquiera que entrara sabría con certeza lo que había ocurrido, después de haber iniciado en la sala siguieron en la recámara, se tomaron su tiempo y se amaron como solo ellos dos sabían hacerlo. El alfa se mantenía detrás de él mientras le abrazaba y tarareaba una canción. Sergio se removió en sus brazos aún soñoliento.

—¿Qué haces? —susurra con voz débil.

—Le estoy cantando una canción a mi cachorro. —mencionó orgulloso mientras acariciaba con cuidado el vientre de su omega.

—Aún no puede oírte, falta mucho para eso.

—No importa, mi pequeño debe saber que es amado.

Sergio sonrió mientras observaba el reloj que estaba aún lado del buró.

—Ya es navidad, feliz navidad Maxie.

—Feliz navidad Sergio. —respondió el alfa besando su mejilla y uniéndose al omega en el sueño.

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—No responde. —dijo el alfa mientras se sentaba en la cama.

—Llamé a Sergio y ocurrió lo mismo, no te preocupes. Lo más probable es que recibieron tu regalo.

—Me alegro que haya sido así.

—Créeme que así fue. —el omega le abrazó y lo jalo consigo en la cama.— Eres un alfa maravilloso Pierre.

—Es porque te tengo a ti.

— Yo también tengo un regalo de navidad para ti.

— ¿Ah sí?. —cuestiona con una sonrisa pícara— ¿Me darás una ronda de sexo sucio?.

— Estoy embarazado, tengo un mes.

Yuki observa como su esposo permanece callado, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando. —¿Pierre?.

El alfa parpadea una vez, dos veces, pero no es capaz de emitir palabra alguna, solo leves balbuceos, cuando el omega cree que dirá algo, el alfa se desmaya.

— ¡Oh por dios, Pierre!. —Yuki ríe mientras ayuda al alfa. Sin duda la noche sería larga.

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—Vuelve a casa, conmigo. —dijo el alfa mientras le besaba.

—No, está vez quiero que nos tomemos el tiempo de conocernos Maxie.

—Pero no puedo estar lejos de ti. —y sus ojos adquirieron un semblante triste.

—No estaremos separados mucho tiempo. —lo rodeo en un abrazo para seguir besándolo.— solo debes ser paciente y...

El sonido de la puerta principal abriéndose los tomó a ambos por sorpresa, Paola y Carola los miraban con evidente confusión, pero inmediatamente después comenzaron a reír.

—Max. ¿Qué haces aquí? —preguntó la alfa.

—Disculpa haber venido sin avisar. —dijo apenado. —Pero no podía estar más tiempo alejado de Sergio.