Capítulo cinco

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Heung-Min siempre tuvo días buenos, no había ni uno solo donde no se riera ni donde se sintiera desanimado.

En los partidos que perdían siempre mantenía los ánimos en lo alto para apoyar a sus compañeros que estaban agobiados con el resultado y eso era algo que lo caracterizaba fácilmente del resto.

Cualquiera te diría que era un sol, uno cálido y reconfortante.

Pero hoy esa alegría tan contagiosa había desaparecido y sus ojos rasgados e iluminados de vida estaban hinchados, rojos y opacos.

Tal vez había un causante, con nombre y apellido o tal vez habían dos si él se incluía.
Tal vez la ilusión lo había nublado tanto que no supo controlar sus emociones y terminó como lo hizo: sin Cristian y con las necesidades de un sub insatisfechas.

Fingió estar enfermo por varios días para no verlo, aún con las grandiosas excusas que su manager dió para que los chismes bajaran, él sabía su realidad. Huyó de las llamadas de sus amigos, compañeros y padres porque no podía darles una explicación exacta de su estado, no podía humillarse más de lo que lo había hecho él mismo y la prensa con sus fotos.

Ahora en la sala de estar de su casa, sus ojos están fijos en la pantalla mientras está acostado sobre el sofá sin prestarle mucha atención al show ni lo que pasa a su alrededor, su mente solo divaga en sus pensamientos de cierta persona y como volver a tomar el rumbo correcto sin salir lastimado, aunque parece una tarea difícil cuando sus sentimientos son más profundos.

El timbre de su casa retumbó por el interior, extrañandolo ya que dejó muy en claro que prefería estar solo esos días para despejar su mente que estar dispuesto a dar explicaciones vergonzosas a quién fuera, incluso si era Cristian disculpándose él no lo iba a aceptar por ahora.

—¡Sonny!— el grito se le hizo conocido a una voz femenina, una muy cercana y podía imaginarse quién era sin siquiera mirarle la cara pero tener que ir y pararse para recibir un sermón médico definitivamente no estaba en sus planes de estar acostado todo el día y pensar, pensar y pensar —. ¡Sé que estas ahí ábreme!

Apagó la televisión y muy a su pesar —más por el pensamiento de recibir la charla ya, que recibirla cuando regresara— decidió abrir la puerta para encontrarse cara a cara con una doctora que notaba molestia en su rostro.

—Sabía que me estabas ignorando— resopló con un ligero ceño fruncido que cambió al mirar detenidamente a Heung-Min y percatarse que su semblante era malo, como si no hubiera dormido bien en días —. Dios Sonny, déjame pasar para hablar.

—Realmente no quiero Diana. Hablar no solucionará algo.

—Tenemos que Sonny, puede que no estés de humor pero alguien tiene que venir y preocuparse verdaderamente por ti y sí, no es ético de mi parte como doctora ver a un paciente fuera de lo profesional pero de lo que hablaremos será de parte de alguien que te aprecia y no quiere verte en este estado.

Heung-Min quedó en silencio, su cuerpo no se movió y su cerebro por primera vez en días analizó su situación desde esa perspectiva y no era porque no quería, era porque su cabeza se sentía perdida.

Diana lo llevó hasta el sillón donde lo hizo sentarse frente a frente, ahora con una expresión más serena y comprensiva e intentando que la calidez de su cariño fuera transmitido al coreano.

—Sé que hice mal en ir y contarle a Cristian que eran pares pero parecía que niguno se los dos se lo iba a decir directamente.

—Igual no tuvo caso— negó Heung-Min frotándose la cara, si bien no aceptaría las disculpas de manera inmediata hubiera agradecido que Cristian intentara buscarlo como señal de que le importaba al menos un poco —. Él ya tiene a su novia.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2024 ⏰

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Don't blame me | cuti x son (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora