¿De qué manera te olvido?

La trampa.

-¿Ichigo?-decía Rukia con dificultad.

-Rukia, bendito sea el Rey espiritual, tonta no me asustes así.

-lo lamento-Rukia se afligía de color.

-¿Qué te pasa?-Exclamaba Ichigo.

-Nada, solo es un dolor en el pecho no te preocup...- Rukia colapso, empezó a temblar, y sus ojos se pusieron en blanco.

-Kurosaki Ichigo, ¡te lo adverti!-Grito una voz.

De pronto Tamaki apareció.

-Kurosaki Ichigo, te lo dije, te dije que dejaras en paz a Rukia, que no te metieras con nosotros, ahora ve como esta mi amada flor.

Tamaki se acercó al cuerpo de Rukia que estaba tendido inerte en los brazos de Ichigo, se agachó y toco su cabello, Ichigo furioso arrebato el tacto del shinigami y dejo el cuerpo de Rukia en el suelo frio de madera.

-Maldito, ¿qué demonios le hiciste?

-Solamente si no es mía, no será de nadie más- Burlo Tamaki.

Ichigo volteo a ver el cuerpo de la shinigami que ya hacía en el piso inmóvil con sus ojos cerrados, parecía que estaba dormida, pensar que ese cuerpo le perteneció a él hace apenas unas cuantas horas, en verdad la amaba, como jamás había amado a nadie, era la mujer perfecta para el.... la que lo calmaba y animaba cuando lo necesitaba y por la cual sentía una impotencia si no la protegía.

-Cometiste el peor error que pudiste haber hecho en tu miserable vida.

-Ja, ¿qué vas a hacer Sustituto?

-Llevarte al infierno maldito,

Así Ichigo se fue encima de Tamaki.