Una Sultana Especial

Capitulo 13

—¿quien es ella!?

—No lo sé, ninguna encargada me quizo dar información

—¿P-pero como pudo hacerlo?

El corazón de la rubia se quebró en un instante, su enojo y tristeza era muy notoria, Natalia se sentía mal por su amiga.

Cómo si fuera un milagro un eunuco entro a los aposentos de la Sultána rubia y le dijo que el principe deseaba verla en el jardín

—Sultána

—¿Que sucede? -dijo medio molesta y triste-

—El principe Mehmet quiere verla en el jardín ahora mismo

Natalia sonrió ante lo que el eunuco dijo, era una buena oportunidad para que pasaran el tiempo juntos y que el príncipe olvidará a la mujer con la que paso la noche anterior, pero su sonrisa se desvaneció al oír lo que su amiga le dijo al siervo

—Dile que no iré...

Natalia solo volteo a ver confundida a la rubia y sin más el eunuco algo asustado salió de los aposentos

—¿P-porque no vas a ir?

—No iré, si tanto quiere entonces que se lleve a esa señorita

—Oh Dios! No puedes hacer eso, el principe se molestara contigo

—Si me ama entonces no lo hará

Pasaron unos momentos y el eunuco regreso y le pidió que la acompañara para el jardín, ella se negó excusandose de que se sentía indispuesta, que estaba enferma y con dolor.

Eso fue lo que derramó la gota del vaso y en la tercera vez ya no llego el eunuco si no que fue el principe. Vio como es que Alev estaba sentada leyendo y cuando fue anunciado ella hizo una pequeña reverencia pero molesta.

—Déjenme a solas con ella

Natalia salió y se llevó también al pequeño príncipe

—¿Por qué rechazaste mi solicitud para estar en el jardín?

—Príncipe Mehmet, usted puede pasear con quién quiera ¿Por qué desea que yo esté con usted? Si puede invitar a cualquier mujer

—Entonces es eso, Alev yo soy un principe y tengo el derecho de estar con quién yo quiera

—Usted dijo que me amaba, que yo era la única y que usted solo tendría ojos para mí ¿Me mintio?

—Claro que no, eres la madre de mis hijos, pero eso no me quita el derecho a tener a otras mujeres

El principe le acaricio una de sus mejillas y luego se volteo para irse hasta que se detuvo porque Alev volvió a hablar

—¿Entonces si no fuera por Osman o Hümaşha usted se alejaría de mi? Usted dijo que me quería que me amaba que era lo más bello pero veo que era mentira

—Suficiente, olvida todo lo que pasó y cuando tus celos terminen volveremos a hablar

—¿Y si no se terminan los celos?

—Alev!

—Yo no soy como las demás su alteza, yo no permitiría que lo alejasen de mi

el príncipe se acercó a Alev y sus rostros estaban sumamente juntos pero luego el reclamo

—¿Cómo te atreves a hablarme así? ¡Estás frente a un principe y heredero al trono!

—Y usted está frente a mi, ¡Alev! ¡La mujer que le ha dado un hijo con dificultades porque sufrí accidente en mis embarazos anteriores, que ha sufrido desde el día que unos hombres se la llevaron de su hogar y mi único refugio fue usted con el amor que me dió...! Que ahora ya no se si siga vivo...

Era inútil intentar hablar ahora, el hecho es que Alev tenía su corazón roto y el príncipe nunca sabría que se sentiría eso, porque el podía tener a cualquier mujer además ¿Quien en su sano juicio rechazaría una noche con el segundo hijo del Sultán del mundo? Nadie.

Talvez era ridícula la razón de la lloradera de Alev pero al ser llevada por hombres extraños de su hogar y ser maltratada durante los viajes que hacía, ser humilla por los mercaderes que las vendía como si fueran objetos y no muchachitas de 13 - 16 años pues era razonable, con los únicos hombres que convivio fue un amigo de la infancia, los mercaderes y el principe.

Pero claro que ninguno de los anteriores sabría que se siente eso, menos el principe que siempre creció con lujos y todo lo que el quería se lo darían, el creció junto con sus dos padres y hermanos y a ella le quitaron la oportunidad de estar junto con sus padres, ya no sabía nada de ellos y era triste saber que ellos nunca sabrían que eran abuelos y que ella se enamoro de alguien que talvez solo la quizo por unos momentos.

El principe salió de los aposentos y tan solo se cerró la puerta Alev cayó y lloró durante un tiempo, hasta que su hija entro y ella se seco las lágrimas, no quería que su hija la viera llorar y se preocupara.

—Madre ¿Por qué lloras?

—No estoy llorando mi niña, solo que estaba.. amh bueno mejor dime ¿Por qué regresaste?

—Te habías tardado para llegar conmigo y regrese para preguntarte si al final ibas a jugar conmigo

—Cierto, bueno entonces vamos

Y Alev salió junto con su hija para que fueran al jardín a jugar, vio a la Sultána Mihrimah hablando con baly bey y se le hizo extraño, había oído tu rumores de que en su niñez la Sultána estaba enamorada de el, pero nunca llegaron a tener algo devido al casamiento del paşha con la Sultana.

Fue con ella para saludarla y también porque su hija le había pedido que se acercarán para hablarle.

Fueron y ella hizo una reverencia, saludo al bey y luego sigui su caminó, antes la Sultána le dijo que quería hablar con ella en unos momentos.

Cuando la Sultana la mando llamar ella llegó y vio la expresión de la Sultána más sería que de costumbre, decidió hablar para romper el silencio.

—Sultána ¿Desea algo de mi?

—Si Alev, necesito una explicación para lo que te diré ahora -dijo Mihrimah sería y con un tono intimidante-

—Claro, lo que usted me diga

—El día que pude lograr mi cometido en Amasia fue porque el principe no se encontraba en sus aposentos y auque no te lo había dicho quiero una explicación...

—... S-sultana?

—¿Que hacías en el jardín a mediados de la noche con el príncipe Mustafa?

Y entonces lo soltó, la Sultána Mihrimah era observadora y vio esa noche por el balcón del principe a su hermano y a la rubia en el jardín, vio como ella y el hablaban y cuando Alev se retiro observo a Mustafa sonreír, era una duda que tenía y que ahora reclamaba respuesta.

Holaaa! Últimamente no eh tenido tiempo pero prometo que intentaré actualizar más seguido, igualmente agradezco el apoyo y más porque ahora hasta comentan en algunos caps y eso me alegra mucho, en fin gracias por su apoyo y capitulo 13 completado 🌷