Cortas y diferentes historias con k-pop idols o actores coreanos. Sólo te pido que le des una oportunidad, tal vez te enamorarás de alguna.
꧁"𝓣𝓮 𝓪𝓶𝓪𝓻é 𝓮𝓷 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝔂 𝓮𝓷 𝓸𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓿𝓲𝓭𝓪𝓼"꧂
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La portada no es mía...
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𝓛𝓮𝓮 𝓚𝓷𝓸𝔀 ︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶
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-¿Y ahora qué? -murmuró un joven apuesto bastante irritado-.
Cuando el chico cruzó las grandes puertas que daban entrada a su trabajo, lo primero que vió, fue la gente escandalizada corriendo de un lado a otro.
Sin si quiera haberlo previsto, una joven chocó fuertemente con él, tirandolos a ambos al suelo.
-¡Oye! ¿qué rayos-? -estaba a punto de reprender a la persona que lo tiró, pero al reconocer a su torpe compañera de trabajo. Respiró hondo y le tendió una mano para ayudarla a levantarse, acto que ella aceptó apenada-. ¿Qué está pasando Do-hee?
-Bueno, no lo sé. Cuando llegué aquí este lugar ya era un desastre. -limpió sus lentes con su saco y luego se los puso correctamente-. Aunque, bueno...desde que empecé a trabajar aquí, este lugar ya era un desastre -agregó bromeando-.
Tras ver la mirada seria de su compañero, paró de reír.
Carraspeó. -¿No era momento, verdad? Okey....ahm...-se removió incómoda -...bueno, escuché a alguien decir que una CEO de una muy importante empresa vendrá hoy. El jefe quiere convencerla de colaborar con nuestra empresa. Y quiere estar presentable. -agregó lo último con notorio sarcasmo-.
-Si en verdad es tan importante, ¿Por qué demonios colaboraría con una empresa de porquería?
-Bueno, 1.cuida ese lenguaje, 2.tal vez sólo es una buena persona que se quiere apiadar de simples seres mortales y necesitados como nosotros o...simplemente es demasiado idio-, tonta y 3.esta empresa de porquería es la que te da un sueldo para mantener a tus nueve gatos.
-Ni siquiera tengo gatos...-murmuró de mal humor-.
-Pero los tendrás -afirmó segura-. Mientras no te consigas una novia, te convertirás en el señor de los gatos. O quién sabe, tal vez hasta incluso si te casas lo serás.
-Pues número 1.-repitió las palabras anteriores de la chica-. El máximo de gatos que tendría, es un mínimo de tres, 2.ya sabes lo que pienso de las relaciones, son una perdida de tiempo y 3.no hay número tres.
-Pues...-miró su reloj de mano-. Lo siento, señor de los gatos. -bromeó un poco-. Pero el deber me llama -avanzó unos pasos-. Ah -recordó-. El todopoderoso te llama.
Minho bufó.
-¿Y ahora que quiere...? -se dirigió a la oficina a la oficina de su jefe, de forma malhumorada, como siempre-.
