𝑬𝒔𝒑𝒐𝒔𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒐𝒃𝒍𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏. [El 27]

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Horas después.

En alguna parte de Culiacán Sinaloa, México.

🕖 AM.

Xxx: Buenos días, levántese que nos tenemos que ir.

Daiana: ¿a dónde?

Xxx: a su nueva casa, prepárese que el patrón la está esperando abajo, no se tarde, la estaremos esperando en la puerta...
Aquí está patrón... dijo cuando bajamos las escaleras.

Perris: muy bien, Ahorita nos vamos a la casa nueva y ahí desayunaremos.
Pues vámonos... dijo después de fajarse su arma en la cintura.

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Daiana: tuvimos entre 30 y 40 minutos de viaje, hasta que llegamos a una gran mansión en medio de la nada.
¿dónde estamos?

Perris: Pues esta será nuestra casa ¿te gusta?

Daiana: Sí, pero...

Perris: Pues ahora que la veas por dentro te va a gustar más, vente...
Asegúrense que todo esté tranquilo y que nadie se acerque a la casa.

Xxx: Así será patrón.

Perris: ven Daiana...
Siéntate aquí que ahora te doy para que desayunes, cuando termines te llevo a tu cuarto.

Daiana: ¿me vas a volver a encerrar?

Perris: me tengo que ir a hacer unas cosas, pero vas a estar bien cuidada, no te preocupes,

Daiana: ¿cuánto tiempo me vas a tener encerrada aquí?

Perris: no lo sé.

Daiana: tengo que avisar que estoy bien, mi familia se va a preocupar.

Perris: ¿a tu familia o a tu novio?

Daiana: a todos.

Perris: No te preocupes que a tu familia le haremos llegar que estás bien, dijo remarcando la palabra familia.

Daiana: pero...

Perris: termina de desayunar, así te llevo a tu cuarto.

°°°

Horas después.

Daiana: llevaba horas encerrada aquí, todo este tiempo me la pasé sola y encerrada, a las únicas personas que vi en todo este tiempo, fueron a los hombres de seguridad que me traían de comer y de tomar.
Hace poco terminé de cenar y ahora me Estaba preparando para dormir.

Perris: Buenas noches ¿cómo estás? ¿Ya comiste?

Daiana: sí, me Estaba preparando para dormir.

Perris: muy bien.

Daiana: Necesito hablar contigo.

Perris: ¿de qué?

Daiana: tenemos que llegar a un acuerdo ¿qué quieres a cambio de que me dejes libre? estoy segura que mis papás estarán dispuestos a darte lo que sea.

Perris: Aver no No, espérate, no es cuestión de dinero ni nada de eso.

Daiana: ¿entonces?

Perris: ¿no te acuerdas? te dije que me gustabas y quería que fueras mi mujer, que estaba dispuesto a hacer lo que tú quisieras con tal de que me aceptes.

Daiana: Y como no te acepté, me secuestraste.

Perris: Pues sí, no me quedó de otra, traté de Mil maneras que me aceptaras.

Daiana: Pues sí, pero yo tengo novio, ya te lo había dicho.

Perris: un novio que por cierto tienes que ir olvidándote de él, porque no lo volverás a ver.

Daiana: ¿qué? ¡noooo!

Perris: si quieres que siga vivo, así tiene que ser, porque si no lo voy a tener que quitar del camino A mi manera ¿estamos?

Daiana: ¡por favor!

Perris: ¿estamos?

Daiana: está bien.

Perris: muy bien... Te prometo que conmigo vas a tener todo y vas a seguir siendo la reina que siempre ha sido.
¿Sabes qué? vamos a empezar ahora mismo.

Daiana: ¿qué?

Perris: así es, desde ahora mismo tú y yo vamos a empezar con nuestra relación y como tal, empezaremos a dormir juntos.

Daiana: pero...

Perris: si no haces las cosas bien, ya sabes quién pagará las consecuencias.
Ven, acuéstate ya.

Daiana: ya voy.

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