Otra noche más que Takemichi no pudo cerrar sus ojos para descansar. Su primera reunión con la familia Sano, que será en unas horas, no lo dejaba tranquilo y lo mantuvo impaciente y despierto la mayor parte de la noche. Solo pequeños lapsos pudo dormir, pero incluso en sus sueños el recordatorio que se presentaría ante los hermanos de Manjirou, le hacía entrar en pánico, ocasionando que terminara despertándose.
La llamada que le hizo a su amigo Chifuyu tuvo que haberle calmado. Solo fue por unos momentos, la angustia regresó y recorrió todo su cuerpo.
Se movía de un lado para otro, con la intención de encontrar la mejor posición para dormir en su cama, pensando que tal vez esa era la verdadera razón por el cuál no dormía.
Eso no funcionó y fue erróneo su pensamiento.
Se levantó de su cama y caminó por toda su habitación, consiguiendo cansarse para así ya descansar.
Tampoco sirvió.
Repasó sus notas y resolvió pequeños ejercicios que el mismo se creaba para cansar su mente y así lograr dormir.
Otra opción fallida.
Nada.
¡Nada le servía!.
De la desesperación, arrojó su lápiz contra la pared y solo se mantuvo ahí sentado, con la cabeza agachada y las manos sobre sus sien.
Y así se quedó en esa incómoda posición, esperando a que el dios del sueño venga por él para llevarlo al mundo de los sueños.
Una estúpida idea que él se creó.
No tuvo éxito para descansar y eso le molestaba, pero a la vez le incomodaba.
...
A la mañana siguiente, Takemichi salía de su habitación, su semblante cansado y demacrado revelaba que no había pasado una buena noche. Aunque se bañó e intentó verse lo más normal posible, no logró conseguirlo.
Bajó las escaleras y se aproximó hasta la cocina. Estaba por entrar al lugar, cuando se encontró a Mikey ya despierto; este tomaba tranquilamente una taza de café. Se le notaba con una expresión pacífica.
Parecía que él si pudo dormir después de la plática que tuvo con su hermano mayor.
Se acomodó sus prendas para que no se vean arrugadas y decidido entró a la cocina, con una buena actitud.
— Buenos días, Mikey-kun.
— Buenos di– — el ojinegro observó el mal semblante del menor y eso le sorprendió mucho — Ahm... ¿Te encuentras bien?. — interrogó
— ¡Por supuesto que sí!. — exclamó alegre y disimulando estar bien — Así que no debes porque preguntar jaja.
— ¿Seguro?. — Mikey no parecía muy convencido
— Totalmente seguro.
— Si tú lo dices. — comentó — Acércate, preparé un poco de café, te vendría bien. — invitó el ojinegro
— Claro.
Takemichi se acercó hasta la barra y se sentó frente a Manjirou, quien le sirvió café en una taza y se lo acercó al menor.
— Espero que te guste.
— Gracias, Mikey-kun, estoy seguro que me gustará. — afirmó sonriente, que para el pelinegro era una sonrisa falsa
¿Por se está forzando aparentar estar bien?, si le ha dicho que puede contar con su apoyo.
Tal vez aún no le tenga demasiada confianza.
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Un Matrimonio Imprevisto | MiTake
Fanfiction¿Qué es lo más raro que te puede pasar?, ¿Casarte con él primer extraño que se te atraviese en el camino, si esté te lo propone?. A sus tan solo 20 años, Takemichi Hanagaki aceptó casarse, inconscientemente, con Manjirou Sano, un famoso multimillona...