CAPITULO 6

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WILLY'S POV

Abrí los ojos lentamente, sintiendo el calor de su cuerpo junto al mío. Estaba abrazado a Naya, mi novia. Sí, mi novia. No podía creer que fuera cierto, que ella me hubiera elegido a mí, que me quisiera tanto como yo a ella. Era un sueño hecho realidad, el mejor regalo de Navidad que podía pedir.

Me quedé mirando su rostro dormido, admirando su belleza. Su cabello rubio caía sobre su hombro, su piel era suave y tersa, sus labios eran rosados y tentadores, sus pestañas largas y rizadas, sus mejillas sonrosadas por el frío. Era un ángel, mi ángel.

No quería despertarla, quería que durmiera tranquila, que soñara conmigo. Le acaricié el cabello con delicadeza, besé su frente con ternura, le susurré al oído que la amaba. Ella se movió un poco, se acurrucó más contra mí, sonrió levemente. Sentí que mi corazón se aceleraba, que mi pecho se llenaba de felicidad.

– Buenos días – Escuché su voz dulce y melodiosa.

– Buenos días, Bonita – Le respondí con emoción.

– ¿Hace mucho que estás despierto? – Me preguntó con curiosidad.

– No mucho, solo un rato – Le mentí con una sonrisa.

– ¿Y qué hacías? – Me interrogó con picardía.

– Nada, solo te miraba – Le confesé con sinceridad.

– ¿Me mirabas? ¿Y qué veías? – Me inquirió con coquetería.

– Veía a la chica más hermosa del mundo, a la que me robó el corazón, a la que me hace feliz – Le dije con pasión.

– Ay, Willy, eres un cielo – Me dijo con cariño.

– Y tú eres mi estrella – Le dije con romanticismo.

Nos miramos a los ojos, sonreímos y nos besamos. Fue un beso suave y dulce, lleno de amor y ternura. El beso se hizo más profundo y apasionado, como si quisiéramos fundirnos el uno con el otro. Sentí sus manos acariciar mi espalda, dedos arrugar mi camiseta, su lengua jugar con la mía. Yo le correspondí con la misma intensidad, rodeando su cintura con mis brazos, mordiendo su labio inferior, explorando su boca con mi lengua. Era el mejor beso que había dado en la vida. Esta mujer me volvía loco.

Pero no todo podía ser perfecto, ya que fuimos interrumpidos por unos golpes en la puerta y la voz de Noodle detrás de esta. Nos separamos rápidamente.

– Oigan, despierten ya tenemos que irnos – Nos avisó desde afuera

Cuando Noodle se fue, nos miramos y nos echamos a reír. No podía creer que nos hubiera interrumpido justo en el mejor momento.

Le di otro beso, más corto pero igual de dulce – Te quiero – Le susurré acariciando su mejilla.

– Y yo a ti – Me respondió, mirándome con sus hermosos ojos

– Ojalá podamos seguir con lo que estábamos haciendo cuando salgamos de aquí – Le dije, con una sonrisa pícara

– Eso espero, Willy – Me dijo, devolviéndome la sonrisa – Vamos, no hagamos esperar a Noodle

Le di la mano para ayudarla a pararse – Vamos

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– ¿Regresó?

– Si, Noodle. Pero esta vez le puse una trampa y cayó directito en ella

– ¿Y dónde lo tienes?

– Nos peleamos... Y ganó, me golpeó la cabeza con una sartén y a Naya el pie, luego saltó por la ventana

– Si, como no

SWEET CHOCOLATE - WILLY WONKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora