Sparda no solo era un demonio muy poderoso, el amaba a la humanidad, a su esposa y a sus hijos, el poder solo sin propósito ni motivación no tiene sentido, y eso el lo sabía
Disculpen si tengo inactividad, es que ando sad pipipi... No cierto, pero s...
Una vez Dante volvió a su apartamento, el se fue a lavar la cara al baño, se recargo en el lavamanos y se recargo en el espejo "¿ella fue a salvarme?" No creía que lo que su hermano le había dicho era cierto, ¿por qué lo haría?, según Dante, ni su madre ni su padre siquiera lo querían _____________________________________
Mi padre me dio esa mierda de espada... ¿Por qué le darías a un niño un arma la cual necesita su sangre para darle más poder?, acaso mi padre queria que me suicidara... Ellos siempre preferían a Vergil, Vergil era mejor que yo, en todo, mis padres siempre lo prefirieron a el, siempre le daban los mejores regalos... ¡¡Mierda, hasta Yamato era mejor que esa porquería llamada rebellion!!... Yamato abría portales, podía cortar el espacio tiempo con la suficiente maestría y más encima tenía ¡¡CONCIENCIA!! _____________________________________
Dante golpeo con toda su fuerza el lavamanos por la frustración, rompiendolo sin esfuerzo alguno, golpeó el espejo, también rompiendolo en mil pedazos, pateo los pedazos del lavamanos roto, destruyendolos, ya de por si no tenían reparó
A Dante no le basto con destruir el baño entero, se golpeó la cabeza contra la pared, estaba frustrado, el había intentado tantas veces quitarse la vida pero simplemente no tenía las agallas para hacerlo
Gritaba para sacar la irá pero sus cuerdas bucales no le permitían desatarlo todo, intentaba sacar su rabia autolesionandose, no aguantaba más, Dante era un cristal apunto de romperse, o más, ya estaba roto, no sabía en que pensar, no sabía que hacer, no sabía cuál era su propósito en la vida, maldecía haber nacido, maldecía haber sido hijo de un demonio, maldecía a su madre por darlo a luz, maldecía a su padre por ser un demonio... Maldecía a su hermano, por abandonarlo
Se maldecía a si mismo, por ser débil, aunque tenía poder, le faltaba una motivación, con tanto poder, no tenía nada que hacer, Dante asustaba a todos a su alrededor, no tenía a nadie puesto que el simplemente era demasiado inestable, era prácticamente una granada, si se le quitaba el seguro, estallaría matando a todo aquel que este cerca de el
Dante estaba solo, solo con su mayor enemigo, solo consigo mismo, el se sentía abandonado, ya no quería pensar, si pensaba solo le llegaban más preguntas, preguntas que no llegaban a nada, envidiaba a los perros, ellos no pensaban, eran felices con cualquier cosa, no les importaba comer lo mismo todos los días, podían seguir jugando incluso después de ser regañados
Los perros no eran juzgados, solo vivían su vida sin preocupaciones, Dante quería dejar de pensar, quería ser un perro, quería vivir en ignorancia y no aceptar su realidad, quería ser amado como un perro, protegido como un perro, quería tener algo a lo que llamar vida
Dante estaba sentado en una esquina de su baño, llorando inconsolablemente, no sabía que podía hacer consigo mismo, solo mataba demonios para liberar su frustración, para ahogar sus penas en mares de sangre demoníaca, para tomar venganza por aquel que le dio el don de vivir, el don de sufrir, de sufrir lo que representaba vivir, saber que se sentía se una persona olvidada y abandonada, saber que se sentía ser un demonio que estaba siendo olvidado
Su tortura era el conocimiento, el saber y el pensamiento, solo le traían dolor y angustia, estaba cansado, estaba harto, harto de vivir, harto de sufrir
Era tarde, el había salido de casa, a buscar un libro en la biblioteca, tenía su espada, una espada larga con un mecanismo de motor, una espada que el mismo había modificado, prefería tener algo defectuoso que tener algo que le recordara lo que más odiaba de si mismo
Mientras Dante buscaba un libro que le pareciera interesante en la ya cerrada biblioteca, una mujer se acercó lentamente a el, la mujer tenía una sonrisa amable y unos ojos hermosos con un iris amarillo y con anillos rojos como adorno, era pelirroja y tenía sus ojos fijos en Dante "¿que libro buscas?, jovencito"
Dante apunto su red queen hacia la mujer y dijo "atrás demonio" con un tono que aunque sereno, amenazante
La mujer, en vez de asustarse, ella tocó el filo del ancho sable de Dante "que arma tan... Interesante, ¿acaso la hiciste tu?" Dijo mientras se acercaba, aún con su dedo índice deslizándose por el filo del arma, causando un corte en el dedo de la mujer en el proceso, corte que se hacía más profundo, pero a ella no parecía importarle
Dante miro a la mujer acercándose, suspiro, puso su arma en su espalda y volteo a ver a la mujer "¿que es lo que quieres?" Pregunto
"Quisiera saber, ¿si tú eres uno de los hijos del legendario caballero oscuro, Sparda?" pregunto la mujer, la cual sabía perfectamente con quién estaba hablando
"No, el no es mi padre no se de quien habla" Dante quería terminar la conversación cuánto antes, se dio la vuelta para marcharse, prefería eso a seguir hablando de alguien a quien odiaba
"Bueno, quería ofrecerte un lugar como en el que vivir, comida sobre la mesa y... Un pasatiempo para liberar tus frustraciónes" dijo la mujer pelirroja, sabiendo que decir para llamar la atención del chico
Dante se dio vuelta para verla, y pregunto "¿Comida?, ¿Que clase de comida?" Realmente no le creía a la mujer, pero el estaba desesperado por un poco de comida en buen estado
"Filetes, pizza y helado de fresa, ¿que te parece?, solo tienes que trabajar para mí" dijo la mujer, dispuesta a cumplir lo que prometía
Dante pensó por un segundo, no sabía si confiar en esa extraña, pero el hambre era más grande y estaba seguro que si no comía algo pronto, su propio estómago se lo comería a el "¿cual es el trabajo?" Pregunto
"Devil Hunter" respondió la mujer rápidamente
Dante dudo por un segundo, pero después de unos segundos de silencio, asintió "tomaré el trabajo"
"Bien, pero primero, tengo que conseguirte un uniforme" dijo la mujer, ya sabiendo que hacer de ahora en adelante
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con un nuevo traje y un nuevo trabajo, Dante ahora se hospedaba en un apartamento solo, tenía ropa limpia y comida deliciosa, pero aún así, el se sentía vacío, no había nadie a su lado, nadie con quién compartir su nueva vida, aunque ahora Dante tenía una vida decente, no podía disfrutarla debido a que sus pensamientos y recuerdos lo mantenían atado a una constante tristeza, tristeza a la cual el ya estaba acostumbrado
