En el resplandor de las luces nocturnas de Nueva York, Sophie Schweitz se deslizó entre las sombras, un delicado torbellino de contradicciones. La alta sociedad la envolvía con su elegancia, pero en la penumbra, ocultaba sus propios demonios. Sophie se envolvía en un halo de elegancia que desafiaba la oscuridad que llevaba consigo. Vestida con un deslumbrante vestido de seda negro que caía en cascadas suaves hasta rozar el suelo, la joven de diecisiete años irradiaba un aire de sofisticación. El escote pronunciado dejaba al descubierto sus hombros, y las joyas sutiles realzaban la delicadeza de sus rasgos. Su cabello rubio, suelto en ondas perfectamente definidas, enmarcaba un rostro de porcelana marcado por ojos azules profundos y expresivos. Aunque el maquillaje resaltaba sus pómulos y labios con tonos suaves y naturales, sus ojos revelaban un torbellino de conflictos internos que contrastaba con la perfección aparente de su apariencia exterior. Era un equilibrio entre la opulencia de la alta sociedad y la tormenta que se desataba en su interior.La glamorosa fiesta clandestina estaba en pleno apogeo, un mundo aparte de la fachada perfecta de la élite. Sophie se movía entre la multitud, su vestido de seda ondeando con gracia mientras las risas y la música envolvían el aire intoxicante.
La música retumbaba en las paredes de la mansión, mezclándose con risas y murmullos de la élite. Con ojos vidriosos, navegaba a través de la multitud como un fantasma en un sueño nebuloso. Cada paso la llevaba más profundo en un mundo de deslumbramientos superficiales, donde la realidad se disolvía entre copas tintineantes y conversaciones vacías.
Se encontró en una habitación iluminada por luces de colores parpadeantes. La extravagancia de la decoración contrastaba con la vacuidad de las interacciones. En medio de la euforia, alguien le ofreció una copa. Sin pensarlo, Sophie aceptó, sumergiéndose aún más en la borrachera artificial. Se sumergió en la extravagancia, pero su mirada se encontró con la de un joven de sonrisa traviesa.
Figura misteriosa: ¿Te has perdido en la noche, princesa?
Sophie, entre risas nerviosas, aceptó el juego.
Sophie: Solo explorando un poco fuera de mi zona de confort.
La figura, guiándola hacia una esquina más sombría, le ofreció algo inesperado.
Figura misteriosa: ¿Quieres un poco de diversión real?
Sophie, tentada, aceptó, y así comenzó su descenso hacia las sombras de la fiesta.
La rubia, envuelta en la neblina del escapismo, se encontró en el epicentro de la extravagancia.
Anfitrión: ¿Te gusta lo que ves?
perdida entre el parpadeo de las luces, asintió sin comprender completamente las implicaciones de su respuesta.
Anfitrión: Entonces, disfruta del viaje.
Sophie, entre risas deslumbradas, se entregó al torbellino de excesos, sin darse cuenta de las sombras que se cernían.
la figura misteriosa rodeó a la chica , sumergiéndola más profundamente en la oscuridad.
Sophie, entre risas entrecortadas: ¿Quién eres realmente?
"Un escape, princesa. Eso es lo que necesitas." respondió la Figura misteriosa
Sophie, desvaneciéndose en el caos, apenas podía articular sus pensamientos. La euforia de la fiesta, se encontró al borde de la autodestrucción.
" ¿No es emocionante?"
Sophie, entre risas y lágrimas, se debatía entre la diversión y la desesperación.
La noche envolvía la ciudad con su manto oscuro, y Sophie emergió de un callejón como una sombra de sí misma. Aturdida y desorientada, su vestido desgarrado era testigo mudo de una noche que se había salido de control. El eco de la música distante y las risas resonaban en su mente nublada mientras se adentraba en la desconcertante penumbra.
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DISTINGUIDOS// GOODLADYY
Teen FictionNueva York sirve como escenario para los conflictos de Sophie, una joven de élite con problemas familiares y una relación con las drogas. Los hermanos Lucas y Jace, de entornos menos afortunados, ofrecen opciones opuestas: Lucas, estabilidad; Jace...