VIII

1 0 0
                                    

Jace soltó una risa suave mientras veía a Lucas, quien levantó la mirada del libro con curiosidad. "Lucas, amigo, ¿alguna vez has sido un detective nocturno?" preguntó Jace, con una chispa de diversión en los ojos.

Lucas, aún procesando la sugerencia, respondió con una sonrisa cansada: "No sé si mis habilidades de detective funcionan tan bien a estas horas de la noche, pero voy a intentarlo. ¿Alguna pista?"

Jace, jugando el juego, soltó algunas pistas veladas, insinuando detalles sin revelar directamente la identidad. "Digamos que sus ojos eran como dos luceros en la penumbra", bromeó, disfrutando de la intriga que se desarrollaba.

Lucas arqueó una ceja con incredulidad, pero luego se sumergió en el desafío. "Vamos, Jace, necesitas darme más que eso. ¿Algún nombre, al menos?"

Jace rió abiertamente. "No tan rápido, detective. Este es un caso que deberías resolver con astucia, no con respuestas fáciles". La habitación se llenó de risas y bromas, convirtiendo el misterioso juego en un vínculo inusual entre hermanos en esa noche peculiar.

Jace, decidido a revelar la verdad, soltó la bomba a Lucas sin rodeos. "Lucas, la rubia que trajiste la otra noche, la que estaba medio drogada... pues, me acosté con ella. Y parece que no se acuerda de nada, ni siquiera de quién soy."

Lucas, tomando un sorbo de agua en ese momento, escuchó la confesión de Jace y, en un acceso de sorpresa, escupió el agua sobre sus apuntes. Con los ojos abiertos como platos, exclamó: "¿Qué hiciste? Tienes 21 años."

Jace, con una sonrisa traviesa, respondió con calma: "Sí, lo sé, no es que vaya a olvidar mi edad tan fácilmente. Parece que la noche anterior fue más intensa de lo que pensábamos."

El ambiente se llenó de un silencio incómodo, roto por la risa nerviosa de Jace y la expresión atónita de Lucas, quienes se encontraban ahora ante la inesperada consecuencia de sus acciones de la noche anterior.

Lucas, con seriedad: "Jace, necesito que entiendas algo crucial. Sophie, la rubia de la otra noche, tiene solo 17 años. Es una niña. No deberías haber estado con ella. Esto podría acarrear problemas serios."

Jace, sorprendido, queda en silencio. Su expresión refleja una mezcla de incredulidad y preocupación mientras procesa la revelación de Lucas. La gravedad de la situación parece haber dejado a Jace sin palabras, sumergido en la reflexión sobre las implicaciones de lo que acaba de conocer.

Lucas, preocupado: "Jace, en serio, necesitas entender la gravedad de esto. Si Sophie tiene solo 17 años, podemos meternos en un lío legal. Debemos abordar esto con seriedad."

Jace, apáticamente: "Relájate, Lucas. ¿Problemas legales? Esa chica no parece tan joven. Además, ¿quién se preocupa por un par de años de diferencia?"

Lucas, insistente: "No puedes simplemente ignorar esto. La edad importa, y podría tener consecuencias graves para ambos."

Jace, indiferente: "No veo por qué hacer tanto drama. Además, ni siquiera sabes si lo que dijo es cierto. No me interesa profundizar en esto."

Lucas, confirmando la verdad: "Claro que es cierto. Fui a tomar un café con ella y conversamos. Intentó seducirme y también fuimos a su habitación. En el último momento me resistí a estar con ella."

Jace, con la boca abierta en asombro, pronuncia en voz alta: "¿Qué?" Su expresión refleja una sorpresa monumental al enterarse de los detalles adicionales sobre la interacción de Lucas con Sophie. La tensión en la habitación crece con esta revelación inesperada.

Jace, con impaciencia: "Oye, ¿tú y yo estuvimos con la misma mujer? ¿Es en serio?"

Lucas, aclarando la situación: "No, no estuve con ella, pero sí nos besamos y hubo un poco de manoseo. Sin embargo, no llegué a estar con ella porque la diferencia de edad es demasiado grande."

Jace, ahora confundido, procesa la información: "Espera, ¿besaste a Sophie y casi llegas a algo más? ¡La situación se está volviendo más complicada de lo que pensaba!" La sorpresa y la confusión marcan el tono de la conversación mientras ambos intentan asimilar la complejidad de sus interacciones con la misma persona.

Jace, tratando de calmar la tensión: "Relájate, Lucas. Ya te dije que no voy a volver a estar con ella. Mientras ninguno de los dos se acerque, todo estará bien."

Lucas, asintiendo: "Sí, lo tengo claro. También le dejé claro que no podemos seguir viéndonos. Necesitamos evitar más problemas y complicaciones."

Ambos, intentando poner paños fríos a la situación, comparten un acuerdo tácito para evitar futuros encuentros con Sophie, reconociendo la necesidad de poner fin a esta situación complicada.

Aunque Jace no dejaba de pensar en esa noche, nunca antes había estado con una mujer de esa manera. La experiencia lo perseguía, dejando una huella imborrable en sus pensamientos mientras navegaba por la complejidad de emociones que la situación le había traído.

Luego de la hábil búsqueda de oportunidades, había logrado conseguir un contacto que le garantizaba el ingreso a la tan ansiada fiesta de la élite programada para el próximo fin de semana. Con la anticipación revoloteando en su mente, se sumergió de lleno en los preparativos para este evento significativo.

Su atención se centraba en la cabina de DJ, donde cada aparato requería una afinación precisa. Enredado entre cables y luces parpadeantes, Jace se esforzaba por lograr la perfección sonora. No solo veía la fiesta como una oportunidad para disfrutar del entorno exclusivo, sino también como una plataforma para presentar su mercancía y expandir su presencia en el mercado.

La sala vibraba con la energía de un artista concentrado en su oficio. Jace sabía que esta no era solo una fiesta; era una oportunidad para proyectar su talento y consolidarse en un circuito selecto. La mezcla de emoción y dedicación fluía mientras cada componente de la cabina de DJ cobraba vida bajo sus hábiles manos.

La expectativa se mezclaba con la ambición, y Jace visualizaba el fin de semana como un paso crucial hacia sus metas. La música no solo sería un deleite para los oídos de la élite, sino también una ventana para que Jace mostrara su destreza y estableciera su presencia en este codiciado escenario social.

Esa misma noche, Jace, meticuloso en sus preparativos, se sumergió en la tarea de empaquetar cuidadosamente las pastillas y los cogollos en pequeñas bolsitas. Cada uno de los productos estaba estratégicamente acomodado, listo para ser presentado y vendido de manera disimulada en la fiesta de la élite.

En un rincón iluminado por la luz tenue, las bolsitas se alineaban de manera ordenada, ocultando su contenido de manera astuta. Jace, con manos diestras, aseguraba que cada paquete estuviera perfectamente dispuesto, listo para ofrecer a aquellos que buscaran algo más que música en esa exclusiva celebración.

La combinación de la preparación para la cabina de DJ y la organización sigilosa de su mercancía pintaba una imagen de determinación y visión empresarial. Jace se estaba preparando no solo para ser un protagonista musical en la fiesta, sino también para capitalizar la oportunidad de ampliar su presencia en el mercado, todo mientras mantenía un velo de discreción sobre su emprendimiento clandestino.

DISTINGUIDOS// GOODLADYYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora