¿Dónde estás?, Ruby

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el reloj marcaba las 10 pm, y Yeri se veía envuelta en una angustia profunda. Sus pensamientos, plagados de temores por la desaparición de Ruby, se transformaban en una danza frenética.

Sus manos temblaban mientras sostenía el teléfono, intentando marcar el número de Ruby una vez más. El silencio del otro lado aumentaba su ansiedad. ¿Dónde estaba su hija? Las peores escenas imaginables se reproducían en su mente, alimentando sus miedos.

Se sentó en la cama, intentando encontrar calma. Cerró los ojos, pero la oscuridad solo le recordaba la ausencia de Ruby. ¿Un ataque de ansiedad? Las lágrimas asomaban mientras intentaba recuperar el aliento.

Se levantó temblorosa y se dirigió al baño. El agua corriendo al caer al lavabo era un eco distante en sus oídos. Se lavó la cara con rapidez, pero la sensación de opresión no se disipaba. Miró el reloj en la pared, las manecillas moviéndose con una lentitud tortuosa.

De vuelta en su habitación, Yeri se preparó para enfrentar el bosque en busca de su hija. Seleccionó cuidadosamente la ropa y empacó provisiones básicas. Cuchillo, lámpara, todo listo para enfrentar lo desconocido. Mientras ajustaba la mochila, el sonido del viento nocturno parecía susurrar los temores que atormentaban su mente.

Yeri salió de casa y se dirigió a la plaza;

Al llegar a la plaza central del pueblo, tropezó con un hombre alto y desconocido. El impacto momentáneo se disipó al reconocer a Edward, el cazador de ojos azules. La presencia de Edward parecía una coincidencia significativa.

"¿Estás bien, señorita?", preguntó Edward, y su voz resonó como un bálsamo en medio de la tormenta emocional de Yeri.

Diálogo de Yeri: (con voz temblorosa) "Estoy preocupada por mi hija. No ha vuelto a casa, y no sé como se encuentra”.

La expresión de Edward cambió, mostrando comprensión y preocupación genuina.

Diálogo de Edward: "No te preocupes, Yeri. Soy un cazador, conozco el bosque. ¿Quieres que te ayude a buscarla?"

La oferta de ayuda de Edward resonó en el corazón de Yeri. Su presencia, en medio de la noche oscura, parecía un destello de esperanza.

Diálogo de Yeri: "¿Podrías ayudarme, Edward? No sé qué le pudo haber pasado a Ruby."

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