Miradas fugaces

24 4 0
                                    

Hoy lo vi llegar a su oficina con el mismo aire de orgullo que siempre lo envuelve, esa aura inconfundible que viste con elegancia su traje púrpura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy lo vi llegar a su oficina con el mismo aire de orgullo que siempre lo envuelve, esa aura inconfundible que viste con elegancia su traje púrpura. Nuestros ojos se encontraron brevemente, un instante donde su mirada parecía esconder un pequeño "te amo" que no se atrevía a pronunciar en presencia de los demás. Comprendí que su posición elevada y su renombre imponían ciertas restricciones, pero no era la razón por la cual evitaba expresar su amor frente a los demás; era su innata timidez, una característica que respetaba y comprendía plenamente, porque mi amor por él va más allá.

Yo lo entendía, lo aceptaba, porque lo amo.

Él es un hombre de estatus alto, un individuo con prestigio, y su actitud reservada me impide presionarlo. No siento la necesidad de forzar confesiones públicas ni declaraciones. En cambio, estoy dispuesto a abrazar su naturaleza tímida, a respetar el ritmo de nuestro propio universo compartido. No pienso presionarlo ni exigirle más de lo que está dispuesto a dar en el momento.

El tiempo, ese eterno aliado de las historias de amor, será nuestro cómplice. Esperaré pacientemente el momento exacto, porque el amor, verdadero y profundo, no conoce de prisas ni agendas. En este delicado tejido de emociones, estoy listo para esperar todo el tiempo que sea necesario, porque, al fin y al cabo, eso es lo que hacen las personas cuando están enamoradas, ¿no es cierto?

"Escritos en papel." [Rantaro Kiyama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora