FATE ⁴ || Stefan Salvatore

30. Stranger Things

- ¿Que haces aquí?- le pregunto con confusión mientras estamos en mi habitación

- Tú madre me llamo - responde mientras camina por el lugar - Está preocupada por ti - suspiro

-No tiene de que preocuparse. Ya le dije - comento frustrada - Yo puedo manejarlo. Como ya viste - se frena y voltea a verme

- Te están cazando, Cami. Nada de esto está bien. Si sacan ese suero de tu sistema mueres - comenta con preocupación

- Puedo cuidarme yo misma, Elijah - me levanto - No soy débil solo por no ser vampiro - me cruzo de brazos

- Nos vamos a Nueva Orleans. Ahí todos podemos cuidarte - frunzo el ceño

- No iré a ningún lado - suspira molesto - No soy la niña de 17 años que conociste, Elijah. No voy a correr a ustedes cada vez que haya un problema. Tienes que dejarme manejarlo yo misma - le comento sincera

- No puedo irme sabiendo que estás en peligro. Ya te perdí una vez y no habrá dos - suspiro y me le acerco

- Ustedes deben cuidar a la pequeña Mikaelson. No a mi. Ella los necesita. Se que mis amigos y yo haremos lo imposible por no dejar que nadie me lastime - tomo sus manos - Yo puedo con esto. Tienes que confiar en que lo haré - sobo sus manos e inhala hondo

- Tú eres lo más sangrado para mi - lo veo conmovida - Tienes una oportunidad que has deseado tanto. No quiero que te quiten eso. Desde que te conozco te han arrebatado cada rayo de felicidad- toma mi rostro - Mereces tener lo que siempre has querido - sonrío ligeramente

- Lo tendré - tomo sus manos - Estaré bien. Lo prometo - suspira y me suelta

- No dejaré de estar al pendiente. Si vuelves a estar en peligro. No voy a preguntar. Te subire a mi auto y nos iremos de aquí - sonrío ampliamente

- Bien - comento sincera y ve alrededor. Parecía admirar mi habitación.

- Jamás pensé que un Mikaelson enserio iría a la universidad - embozo una sonrisa - Ya quiero ver que te depara. Tendrás un futuro brillante - voltea a verme

- Una psicóloga que probablemente apenas pueda con su vida - sonríe ligeramente - Mi futuro esposo tiene dinero. Puedo ser una mantenida - ríe - Bromeó- hago una mueca - No tanto - se acerca a abrazarme

- Te extraño mucho, Cami, en serio - me aferro a él. Era tan cómodo tenerlo cerca

- Yo también, Lijah. Los extraño a todos - nos separamos - Pero se que en algún momento tendríamos caminos separados. Se que ustedes tienen cosas con que lidiar y yo las mías. Y está bien. Los iré a visitar apenas acaben las clases y obviamente debo ir al nacimiento de la niña prodigio del siglo. Estoy algo celosa por cierto - sonríe - Quién iba a decir que el lunático de Klaus podría crear algo tan puro. Como le dije la noche en que nos enteramos que vendría un ángel en camino. Ella es su esperanza. Me alegra que por fin le haya llegado algo tan bueno a su vida - comento con nostalgia

- Eres la única que se expresa así de él - camina a la puerta - Esa es la razón por la que eres su persona favorita - sonrío - Es por eso que el puede admitir que te ama - lo veo enternecida. Me conmovía que el pensara eso de mi. Jamás pensé que eso pasaría

- Dile que lo amo y extraño al bastardo - alza sus cejas y cubro mi boca - Lo lamento, a Santa - sonríe y abre la puerta- Nos vemos en otra tragedia familiar - suspira

- Hasta pronto, Cami. Hablaré con tu madre - frunzo ceño - Tengo cosas que compartir con ella. Ven a visitarnos de vez en cuando. Haces falta - sonrío asintiendo

- Lo haré - asiente y sale de la habitación. Inhalo hondo y me dejo caer en mi cama.

Que extraña noche.