12. Vendetta

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Estaba estacionándome en la casa, solo quería llorar, comer helado, olvidar que toda mi vida se está yendo al demonio, sinceramente no se en que punto termine así. Entro y subo a mi habitación, era extraño no llegar y ver a mi mamá, pero no quiero herirla, la extraño, tomar café con ella por las mañanas, extraño mi antigua vida, ahora que deje la magia, no me siento igual, mi cuerpo se siente diferente, más calmado, pero ser bruja es parte de quien soy, y sin esa parte, ya no lo se.

- Cami - escucho ser nombrada y veo a la puerta, era Stefan

- ¿Que haces aquí? Me seguiste - pregunto incrédula

- no puedo rendirme, con todo lo de anoche...- niego y lo interrumpo

- basta, no podemos estar juntos, necesito sanarme, tratar de reencontrarme a mi misma, entiende que me duele esta faceta de mi, yo no..- me interrumpe acercándose

- he querido hacer esto desde que volviste - estampa sus labios con los míos dando un gran beso, uno apasionado, deseando, yo solo me aferro a el mientras desliza sus manos sobre mi cuerpo hasta llegar a la cintura, besarlo me hacía sentir mil emociones al segundo, las cuales no podía ocultar, y por ahora, solo quería dejarme llevar, suelto un jadeo y rompo su playera, el me sube a su cadera y me aferro a el, a velocidad vampírica me lleva a la cama en la que me recuesta, enrollo mis piernas a su cintura mientras nos aferramos a nuestros labios, era intensa la forma en la que me besaba, moviendo cada hormona de mi cuerpo, sintiendo que toca cada nervio, lo disfrutaba, y sinceramente, la amaba.

>>>

A la mañana siguiente estaba mirando al techo con Stefan de lado, aun dormía, habíamos pasado una gran, gran noche, pero una que no se puede repetir, no hasta que supere la carga emocional que llevo, me siento culpable, por que no quería perder el control, pero creo que es otra cosa en la soy inevitable.

Me descubro de la cobija y con sigilo me levanto a tomar una blusa, sonrío al verlo dormir, se miraba tan tierno y pacífico, extrañaba tenerlo por las mañanas

- me espías - habla y sonrío poniéndome la blusa

- te observo, sueles roncar - sonríe y abre sus ojos - debes irte antes de que Klaus te encuentre, lo que menos quiero es que me de sermones, o pase un momento embarazoso - se levanta de la cama mientras voy a la cajonera por un short

- Cami...- meneo la cabeza mientras busco que ponerme

- nada de charlas, solo, solo nos acostamos - volteo a verlo - esto no cambia mi decisión, no podemos seguir juntos, ni hacer estas cosas, nos gano el impulso, pero no habrá segunda vez - suspira mientras se pone su sudadera

- como es cosa de nosotros - comenta incrédulo y suspiro sacando un short - nos acostamos y no sentimos nada, no suena a nuestra relación - se sube el pantalón y yo el short

- Stefan, no hagas esto más complicado, por favor - comento abatida y asiente bajoneado

- bien, me iré y pretenderé que esto no paso - habla molesto y bajo la mirada, al abrir la puerta

- te ibas tan pronto - habla Klaus y volteo a verlo perpleja, me encontraba apenada, el momento tan incomodo, cruzo mirada con Klaus y siento como Stefan y yo quería que nos comiera la tierra

-no apreció que invadas mi privacidad como un pervertido - le reprocho a Klaus y Stefan se apoya en el marco de la puerta, se miraba apenado

- pues me disculpo por interrumpir esta linda reunión...- comenta en un tono burlón y entra a la habitación - pero tengo asuntos urgentes - me cruzo de brazos - ¿o has olvidado que tu tío paranoico Kol anda por ahí con una estaca que puede matarnos a mi y a Rebekah?- asiento

FATE ⁴ || Stefan Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora