Papá

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Revolviendo papeles encontré este poema, entre otros, que le escribí a papá. Se rió mucho cuando lo leyó porque se sintió muy "él", en esta descripción que hice. Como premio recibí un abrazo apretado y me llenó de sus siempre "babosos" besos.

Papá

¿Sabés que...

si escucho decir 

es un gran hombre,

excelente persona,

gran compañero, 

amigo entrañable,

sin dudarlo ni un instante,

sé que hablan de mi padre?

A todo eso puedo agregar...

Es el hombre que habla mucho

pero también sabe escuchar.

Es el hombre

que cree siempre tener razón,

pero si se equivoca

no duda en pedir perdón.

Es el hombre que no se calla...

Civiles, militares, 

presidentes, senadores,

gerentes, doctores

y también los dictadores,

todos han recibido, de mi padre, 

sus opiniones.

Es el hombre que no sabe estar quieto.

En el campo, los animales,

el alambrado, o el tejado,

todos, de mi padre,

reciben su cuidado.

En su casa, o en las nuestras,

ante nada se detiene.

Es electricista, es plomero,

jardinero o carpintero,

y por supuesto no ha olvidado

sus años de camionero.

Y no puedo dejar de nombrar

cuánto ama los remates,

y que además de ser

un divertido rematador,

las ganas de pujar

lo llevaron a comprar una casa,

picando desde su auto

y sin apagar el motor.

Es el hombre que ama escribir,

sumar, restar, multiplicar y dividir,

por eso él es feliz

si al tomar mate o comer pastel,

puede tener ante sí

un lápiz y un papel.

Pero por sobre todas estas cosas,

este hombre es mi padre,

el abuelo de mis hijos,

y es su forma de ser,

alegre, rezongón,

dicharachero, optimista,

sugestionable, trabajador,

lo que hace de mi padre

un hombre encantador.

¡Para mí sos el mejor!

             ¡Te quiero! e e e

                Adriana (ilargiluna)

                 1991

Rebobinando la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora