Rebobinando la vida

Te conocí en el caos

Y fue en medio del caos
que conocí la calma.
Cuando todo se retorcía,
cuando la oscuridad
intentó establecerse,
cuando el dolor
quiso arremeter
y llevarse todo lo bueno,
fue ahí que la conocí.

Enderecé lo que estaba torcido,
por lo menos lo intenté,
puse luces en el camino recorrido,
para volverlo a recorrer,
y cuando el dolor apretó
queriendo arrebatarnos todo,
incluso hasta la dignidad lograda,
un sin fin de estrategias
se pusieron en marcha
con tal de que no nos dejara sin nada.

Y ahí conocí la calma...

Porque aún con miedo,
con incertidumbres,
con una realidad no deseada,
el mismo caos inesperado
me dio la fuerza y la sabiduría
para disfrutar tiempo a tu lado.
Cantamos, nos reímos, recordamos,
caminamos mucho por el pasado,
cambiamos la realidad dolorosa
por aquella otra más jocosa.

Conocimos el valor del tiempo,
revertimos el sufrimiento,
decidimos ser felices,
vivir el hoy,
aprovechar el tiempo.

Y el caos se fue alejando
sin cabida en nuestra casa,
todo se fue normalizando
y entonces volvió la calma.
Aprendimos que el miedo
está disfrazado de enojo,
que a la incertidumbre
hay que ahuyentarla
para que no se vuelva costumbre,
y a no pensar en las certezas
para que no anide en nosotros
eso que llamamos tristeza.

Y ahí conocí la calma...

Porque la idea de calma,
tal como la conocemos,
no está en huir de la tormenta
sino en enfrentarla, echando fuera
todo aquello que la alimenta.

¡Sí!
Alimenté mi alma
en medio del caos
y fue cuando conocí la calma...

ilargiluna