Capitulo 29: Dirty Truths

3.3K 159 199
                                    

Narrador Omnisciente.

Un avión con destino a Japón había aterrizado en el pais, un jet negro con las iniciales T.K se desplazo por la gran pista avisando que el dueño de Alemania había llegado, la enorme pista se llenaba de polvo por el chirrido de las ruedas abriéndose paso en  Tokio, la cuidad  llena de secretos, sangre, sed de venganza, y sobre todo sorpresas.

Los hombres de Tom fueron los primeros en salir a verificar que todo estuviera en orden, miraron a los lados encontrándose con cinco vehículos los cuales pertenecían a la organización japonesa, al rededor de estos habían varios hombres con máscaras, con armas en sus manos apuntando hacia el avión, los hombres de Tom apuntaron hacia ellos creando una tensión en el ambiente.

Ambos bandos se miraban fijamente, esperando órdenes, esperando un movimiento en falso, o una amenaza directa para abrir fuego.

Esto se trataba de mafias, o eras aliado o eras enemigo, y en te caso ninguno de los lados se fiaba completamente en el otro.

Era una alianza peligrosa.

Del segundo vehículo salió un hombre con rasgos asiáticos marcados, de edad avanzada, estatura promedio, y cabello canoso, el cual miro la puerta del jet esperando ver al temido Jefe de Alemania, al hombre que había matado a su propio jefe para apoderarse del control del país.

Al chico de veinticinco años que manejaba y controlaba a la mayoría del continente europeo.

Tom kaulitz.

Quien salió del jet cargando con una pelirroja en sus brazos, Rousse al ver a los hombres quienes seguian apuntando sus armas acurrucó su cara en el pecho de Tom buscando refugio, pero sus movimientos fueron bruscos causando que de su boca saliera un pequeño quejido de dolor que para Tom no pasó desapercibido, él joven apretó a la chica entre sus brazos mientras observaba a todos los hombres con amenaza.

Por la mente del joven solo pasaba una cosa o mejor dicho una persona.
Rousse, si ella sufría todos lo iban a pagar con su sangre, haría lo que fuera por proteger a su marioneta. A su chica de cabellos como el fuego. A lo único que le da paz.

Lo que sea.

El asiático le hizo una seña a sus lacayos quienes bajaron sus armas al instante.

El sabía que Tom no era alguien que debía hacer enojar, conocía perfectamente el dominio que poseía ese aleman desquiciado.

De uno de los vehículos salió un joven de treinta años de tes clara labios finos de color rojo, cabello negro, y ojos rasgados abrochando el botón de su traje luciendo impoluto caminado hacia el jet de Tom sin ninguna preocupación aparente seguido del hombre mayor.

Tom y Rick se miraron por unos segundos para luego enfocar su vista en el hombre que caminaba con sumo cuidado hacia ellos.

Rousse alzó su vista tratando de ver más allá, pero Tom puso una mano en su cabeza impidiendo que la chica observara más allá de la tela de su camisa.

—Quedate quieta pequeña—Susurro Tom a  Rousse haciendo que algo se despertara en la menor la cuál encajo sus uñas en su hombro. La voz de Tom enviaba sensaciones raras por todo su cuerpo.

La pelirroja solo pensaba en esos besos que anteriormente ellos habían compartido, en esas caricias llenas de pasión, en sus miradas llenas de lujuria, ellos eran una bomba cargada de lascivia y en cualquier momento iban a explotar.

Rousse apoyó sus manos en el pecho duro de Tom causando que el hombre pusiera su atención en la hermosa chica de fracciones delicadas.

—¿Que pasa Zanahoria?—La voz se Tom era ronca, sus ojos estaban conectados, los de Rousse con un brillo mientras que los del joven seguían fríos, calculadores —Tienes que permanecer quieta por tu bien— Soltó con molestia.

Dangerous Attraction +18 // Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora