Capítulo 3.

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Portgas D. Ace; así lo llamó Izo de los piratas de Barbablanca. Después de oír el nombre, Roger dejó de prestar atención a todo lo demás. Ace, nombre que el chico comparte con su confiable espada, es un chico alto y musculoso, con los ojos color piedra y el cabello desordenado. Sus mejillas están llenas de pecas y se parece tanto a Rouge que duele. La conversación entre su amante y el joven llega a él amortiguada, como si tuviera los oídos llenos de algodón. Roger podría haberse preocupado por su audición si no fuera por la declaración que escuchó alto y claro:

—¡Ace es mi hermano mayor!

Después de la primera revelación, la segunda no debería ser tan impactante. Por alguna razón, lo es. El chico, cuyo nombre Roger ni siquiera ha llegado a captar, es un poco más bajo que Ace. Probablemente más joven por algunos años. Su rostro y sus ojos son menos afilados y más redondeados, y tiene una cicatriz sobre su mejilla. Encima de su nido de cabellos color carbón hay un viejo sombrero muy familiar.

Roger carraspea y sus oídos lo escuchan con claridad. Eso significa que el silencio a su alrededor es tan espeso como sus sentidos lo captan. Tragando saliva, se acerca a Rouge y los chicos con movimientos casi robóticos. No se pierde la forma en la que el más joven lo mira con curiosidad y Ace da un paso hacia atrás con una mezcla de disgusto e ira en su rostro.

—Hola —dice como un idiota—, soy Gol D. Roger.

—¡Ya lo sabemos, no somos tontos! —exclama el menor demasiado jovialmente para estar atacando la incomodidad de Roger de esa forma—. ¡Oye, Rey Pirata! ¡¿Tienes historias de tus aventuras para contarnos?!

La forma en la que el chico se dirige a él, 'Rey Pirata', clava una daga en su duro corazón de pirata. Ace parece estar vigilando sus reacciones como un lince y debe haber visto algo de su gusto, porque la comisura de sus labios se arquea cínicamente. Roger tose.

—Sabes, no tienes que llamarme así. Puedes llamarme... Uh... Papá...

Concentrado como está en el chico, se pierde las reacciones de los demás. Shanks hace una mueca incómoda y da un paso hacia ellos, pero parece pensarlo mejor y retrocede. Buggy jadea, se lleva ambas manos a la cabeza con los ojos muy abiertos.

—Cielos, esto es incómodo —dice Rayleigh rascándose la barbilla.

—¡Gurararara! ¡Roger es terrible en esto!

Alrededor del cráter, las reacciones son similares. El escenario aterrador que pintaba la descendencia de Roger se esfuma un poco gracias a la terrible torpeza del hombre. Aún así, la sorpresa de que Portgas D. Ace no solo es hijo del Rey de los Piratas, sino que además tiene un hermano, permanece latente. Un hombre se camufla entre las sombras de la multitud y la escena casi lo hace salir. Con un parpadeo y cara pétrea, Dragon se conforma con darle una mirada impasible a Roger desde la distancia mientras este interactúa con su hijo.

La única reacción que resulta bastante desaconsejable ignorar es la de Ace, cuyos hombros se prenden en llamas en el momento en el que Roger formula su petición. El chico aprieta los dientes con tanta fuerza que es un milagro que sigan de una pieza.

—Oh, esto de nuevo... —murmura Marco con un suspiro cansado.

—Roger, querido... —Rouge intenta llamar su atención cuando se da cuenta del humor agrio de su hijo.

Por desgracia, Roger y Luffy están en su propio mundo. El chico simplemente le da una mirada confusa como respuesta a su petición y esto hace que el hombre chille.

—¡¿Cómo demonios lo hace Newgate todo el tiempo?!

—¡Bueno! —El chico interrumpe su pánico interno (y externo) encogiéndose de hombros—. ¿Tienes alguna historia para contarnos, papá?

La medicina de los tontos | Watching One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora