Capítulo 4.

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Roger suelta un suspiro lastimero. Aunque su dulce Rouge le ha extendido su perdón, se siente francamente abatido. Estamos aquí para hacer reír a Roger, decían. Será divertido, decían. Actualmente no se está divirtiendo mucho, y todo empeora cuando el nieto de Garp pasa junto a él y lo ve sentado en el suelo rocoso del cráter.

—Eres patético —dice Luffy sin filtro, señalándolo y riéndose cruelmente.

Debía haber sabido desde el principio que el niño no era suyo, el mocoso es un abusador desalmado como su maldito abuelo. El chico parece notar su apatía, porque deja de reír y se sienta junto a él sin parecer mínimamente intimidado por estar en presencia del Rey de los Piratas.

—Oye, ¿cuál es tu problema? —pregunta con sus grandes ojos negros mirando la figura deprimida junto a él. Como una ocurrencia tardía, añade— ¿Papá?

Roger se atraganta y tose escandalosamente. Cuando se recupera, echa un par de miradas a su alrededor para ver si alguien lo ha escuchado. Luego fulmina con la mirada al adolescente.

—¡No me llames así! —espeta, no estando dispuesto a que se vuelvan a reír de él. Ni siquiera Shanks lo detuvo de hacer el ridículo, el traidor.

El rostro de Luffy se tuerce con furia. —¡Pero me dijiste que te llamara así!

—¡Eso fue porque pensé que...! ¡¿No te has enterado de nada?! ¡¿Cómo puede alguien tener la cabeza tan hueca?!

—¡No me llames cabeza hueca, imbécil!

—¡No me llames imbécil, estúp...! —Antes de terminar su insulto, se da cuenta de que está poniéndose al nivel de un niño y se detiene. Se muerde la lengua y patea el suelo con fastidio. Recordando cómo comenzó su pequeña discusión, Roger responde la pregunta del muchacho—. Mi problema es que mi hijo me desprecia —dice con un suspiro—. Y que ese maldito Barbablanca al fin ha obtenido su venganza. Odio que gane en algo.

—¿Por qué quería vengarse de ti? —pregunta el chico con interés.

Roger suspira y mira a su alrededor sin responder. Cuando se da cuenta de que la mirada de Luffy no se aparta de él ni un segundo, cede.

—Está bien, convencí a su nakama de que se uniera a mi tripulación.

El rostro del chico se arruga con disgusto, como si Roger hubiera cometido una ofensa personal contra él.

—¡Eso es tan malo! Si me robaras un nakama, te perseguiría incluso después de la muerte —dice Luffy.

—¡Pero robar a mi hijo de sangre y hacer que me odie es mucho más cruel que robar un nakama! —Se defiende Roger profundamente dolido.

—Oh, no, tranquilo —Luffy le quita importancia con un gesto vago—. Ace te odiaba ya antes de conocer al viejo bigote. ¡Nunca he conocido a una persona a la que odie más que a ti!

Al contrario de lo que Luffy parecía pensar, las palabras, lejos de tranquilizarlo, tienen un efecto aún más negativo sobre el infame pirata. Roger no responde, arrugado en el suelo con un aura de tristeza que está comenzando a espantar a todos a su alrededor.

—Bueno, Ace también me odiaba cuando éramos niños —cuenta Luffy pensativo.

Roger se anima de inmediato. Mira al adolescente con los ojos brillando de emoción.

—¿Sí? ¿Y cómo hiciste para que dejara de odiarte?

—¡Lo perseguí sin parar durante tres meses! —exclama con evidente orgullo en su tono y su postura.

—¡No tengo tres malditos meses! —Roger gime y vuelve a su estado depresivo.

—Ah, ¿quieres agradarle a Ace? —pregunta el chico haciendo que Roger lo mire como si fuera estúpido. Luffy ignora la mirada y continúa—. Entonces lo que tienes que hacer es demostrar que eres alguien a quien merece la pena admirar. Deja de molestarlo y de intentar pretender que eres su padre. Si sigues pareciendo tan patético, Ace solo te odiará más.

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⏰ Última actualización: Sep 18 ⏰

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La medicina de los tontos | Watching One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora